Page 126 - Drácula
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Drácula de Bram Stoker
IX
Carta de Mina Harker a Lucy
Westenra
udapest, 24 de agosto
"Mi queridísima Lucy:
B todo lo que ha sucedido desde que nos sepa
"Sé que estarás muy ansiosa de saber
ramos en la estación del ferrocarril en Whitby.
Bien, querida, llegué sin contratiempos a Hull,
y tomé el barco para Hamburgo, y luego allí el tren. Siento que
apenas puedo recordar lo que pasó durante el viaje, excepto que
sabía que iba de camino hacia Jonathan, y que, como segura
mente tendría que servir de enfermera, lo mejor era que durmie
ra lo que pudiera... Encontré a mi amado muy delgado, pálido y
débil. Toda la fuerza ha escapado de sus queridos ojos, y aque
lla tranquila dignidad que te he dicho siempre mostraba en su
rostro, ha desaparecido. Sólo es una sombra de lo que era, y no
recuerda nada de lo que le ha sucedido en los últimos tiempos.
Por lo menos, eso desea que yo crea, y por lo tanto nunca se lo
preguntaré. Ha tenido una experiencia terrible, y temo que su
pobre cerebro pagará las consecuencias si trata de recordar. La
hermana Agatha, que es una magnífica monja y una enfermera
nata, me dice que desvariaba sobre cosas horribles mientras
tenía la cabeza trastornada. Quise que ella me dijese de qué se
trataba, pero sólo se persignó y me dijo que nunca diría nada;
que los desvaríos de los enfermos eran secretos de Dios, y que
si una enfermera a través de su vocación los llegaba a escuchar,
debía respetar sus votos. Es un alma dulce, buena; y al día si
guiente, cuando vio que yo estaba muy afligida, ella misma sus
citó de nuevo el tema, y después de decir que jamás menciona
ría sobre lo que desvariaba mi pobre enfermo, agregó: 'Le puedo
decir esto, querida: que no era acerca de nada malo que él mis
mo hubiera hecho; y usted, que será su esposa, no tiene nada
por qué preocuparse. No la ha olvidado a usted ni lo que le de
be. Sus temores eran acerca de cosas grandes y terribles, sobre
las que ningún mortal debe hablar. Yo creo que la dulce herma
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