Page 129 - Drácula
P. 129

Drácula de Bram Stoker


                  guía cuando tú saliste del aula de la escuela para prepararte en
                  el mundo de la vida. Quiero verte ahora, y con los ojos de una
                  esposa muy feliz, a lo que me ha conducido el deber, para que
                  en tu propia vida de matrimonio tú también puedas ser tan feliz
                  como yo. Mi querida, que Dios Todopoderoso haga que tu vida
                  sea todo lo que promete ser: un largo día de brillante sol, sin
                  vientos adversos, sin olvidar el deber, sin desconfianza. No debo
                  desearte que no tengas penas, pues eso nunca puede ser; pero
                  si te deseo que siempre seas tan feliz como lo soy yo ahora.
                  Adiós, querida.
                         Pondré esta carta inmediatamente en el correo, y quizá
                  te escriba muy pronto otra vez.
                         Debo terminar ya, pues Jonathan está despertando.
                  ¡Debo atender a mi marido!
                         "Quien siempre te quiere,
                         MINA HARKER"
                             Carta de Lucy Westenra a Mina Harker

                         Whitby, 30 de agosto
                         "Mi queridísima Mina:

                         "Océanos de amor y millones de besos, y que pronto es
                  tés en tu propio hogar con tu marido. Me gustaría que regresa
                  ran pronto para que pudieran pasar cierto tiempo aquí con noso
                  tros. El fuerte aire restablecería pronto a Jonathan; lo ha logrado
                  conmigo.

                         Tengo un apetito voraz, estoy llena de vida y duermo
                  bien. Les agradará saber que ya no camino dormida. Creo que
                  no me he movido de la cama durante una semana, esto es, una
                  vez que me acuesto por la noche. Arthur dice que me estoy po
                  niendo gorda. A propósito, se me olvidó decirte que Arthur está
                  aquí. Damos grandes paseos, cabalgamos, remamos, jugamos
                  al tenis y pescamos juntos; lo quiero más que nunca.
                         Me dice, que me quiere más: pero lo dudo, porque al
                  principio me dijo que no me podía querer más de lo que me que
                  ría ya. Pero estas son tonterías. Ahí está, llamándome, así es
                  que nada más por hoy.
                         LUCY





                                             128
   124   125   126   127   128   129   130   131   132   133   134