Page 127 - Drácula
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Drácula de Bram Stoker
na pensó que yo podría estar celosa, con el temor de que mi
amado se hubiera enamorado de otra mujer.
¡La idea de que yo pudiera estar celosa de Jonathan!. Y
sin embargo, mi querida Lucy, déjame susurrarte que cuando
supe que no era otra mujer la causa de todos los males, sentí
una corriente de alegría por todo el cuerpo. Estoy sentada ahora
al lado de su cama, desde donde le puedo ver la cara mientras
duerme. ¡Está despertando...!
"Al despertar me pidió su abrigo, ya que quería sacar al
go de su bolsillo; le pregunté a la hermana Agatha si podía ha
cerlo, y ella trajo todas sus cosas. Vi que entre ellas estaba su
libreta de apuntes, e iba a pedirle que me dejara verla (pues yo
sabía que en ella podría encontrar alguna pista de su mal), pero
supongo que debe haber visto mi deseo en mis ojos, pues me
dijo que me fuese a la ventana un momento, ya que deseaba
estar solo un rato. Luego me llamó y me dijo muy solemnemen
te:
"Willhelmina (supe que deseaba hablarme con toda se
riedad, pues nunca me había dicho mi nombre desde que me
pidió que nos casáramos), tu conoces, querida, mis ideas sobre
la confianza que tiene que haber entre marido y mujer: no debe
haber entre ellos ningún secreto, ningún escondrijo. He sufrido
una gran impresión, y cuando trato de pensar en lo que fue,
siento que mi cabeza da vueltas, y no sé si todo fue real o si
fueron los sueños de un loco. Tú sabes que he tenido una fiebre
cerebral, y que eso es estar loco. El secreto esta aquí, y yo no
deseo saberlo. Quiero comenzar mi vida de nuevo en este mo
mento, con nuestro matrimonio. (Pues, mi querida Lucy, hemos
decidido casarnos tan pronto como se arreglen las formalida
des.) ¿Deseas, Willhelmina, compartir mi ignorancia? Aquí está
el libro. Tómalo y guárdalo, léelo si quieres, pero nunca mencio
nes ante mí lo que contiene; a menos, claro está, que algún
solemne deber caiga sobre mí y me obligue a regresar a las
amargas horas registradas aquí, dormido o despierto, cuerdo o
loco.
"Y al decir aquello se reclinó agotado, y yo puse el libro
debajo de su almohada y lo besé. Le he pedido a la hermana
Agatha que suplique a la superiora que nuestra boda pueda
efectuarse esta tarde, y estoy esperando su respuesta...
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