Page 72 - Drácula
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Drácula de Bram Stoker


                  sus pacientes. Tiene el curioso hábito de mirarlo a uno directa
                  mente ala cara como si tratara de leerle los pensamientos. Trata
                  de hacer esto muchas veces conmigo, pero yo me jacto de que
                  esta vez se ha encontrado con una nuez demasiado dura para
                  quebrar. Eso lo sé por mi espejo. ¿Nunca has tratado de leer tu
                  propia cara? Yo sí, y te puedo decir que no es un mal estudio, y
                  te da más trabajo  del que puedes imaginarte si nunca lo has
                  intentado todavía. Él dice que yo le proporciono un curioso caso
                  psicológico, y yo humildemente creo que así es. Como tú sabes,
                  no me tomo suficiente interés en los vestidos como para ser
                  capaz de describir las nuevas modas. El tema de los vestidos es
                  aburrido. Eso es otra vez slang, pero no le hagas caso; Arthur
                  dice eso todos los días. Bien, eso es todo. Mina, nosotras nos
                  hemos dicho todos nuestros secretos desde que éramos niñas;
                  hemos dormido juntas y hemos comido juntas, hemos reído y
                  llorado juntas; y ahora, aunque ya haya hablado, me gustaría
                  hablar más. ¡Oh, Mina! ¿No pudiste adivinar? Lo amo; ¡lo amo!
                  Vaya, eso me hace bien. Desearía estar contigo, querida, senta
                  das en confianza al lado del fuego, tal como solíamos hacerlo;
                  entonces trataría de decirte lo que siento; no sé siquiera cómo
                  estoy escribiéndote esto. Tengo miedo de parar, porque pudiera
                  ser que rompiera la carta, y no quiero parar, porque deseo decír
                  telo todo. Mándame noticias tuyas inmediatamente, y dime todo
                  lo que pienses acerca de esto. Mina, debo terminar. Buenas
                  noches.
                         Bendíceme en tus oraciones, y, Mina, reza por mi felici
                  dad.
                         LUCY
                         "P. D. No necesito decirte que es un secreto. Otra vez,
                  buenas noches."

                             Carta de Lucy Westenra a Mina Murray
                         24 de mayo

                         "Mi queridísima Mina:
                         "Gracias, gracias y gracias otra vez por tu dulce carta.
                  ¡Fue tan agradable poder sentirtu simpatía!

                         "Querida mía, nunca llueve sino a cántaros. ¡Cómo son
                  ciertos los antiguos proverbios! Aquí me tienes, a mí que tendré
                  veinte años en septiembre, y que nunca había tenido una propo
                  sición hasta hoy; no una verdadera, y hoy he tenido hasta tres.



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