Page 18 - PERIODICO NUESTRA VOZ DICIEMBRE 42
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Colegio de Educación Especial Nuestra Señora del Carmen  - ASPRONTE                     Nuestra Voz nº 42





                                 LOS ANGELES DE LA NAVIDAD

                                      Y LA PRINCESA GISELA


                   ÉRASE UNA VEZ UN REINO CONOCIDO COMO “EL REINO FELIZ”. TANTO SU REY
                   COMO LOS ALDEANOS VIVÍAN FELICES, AYUDÁNDOSE UNOS A OTROS.

                   PERO UN DÍA, UNA GRAVE ENFERMEDAD LLEGÓ AL REINO. MUCHOS ENFERMARON
                   GRAVEMENTE Y OTROS MURIERON INCLUYENDO LA REINA. EL REY, SE ENCERRÓ
                   EN  SU  CASTILLO  Y  DEJÓ  DE  PREOCUPARSE  POR  SUS  ALDEANOS  E  INCLUSO
                   HASTA DE LA PRINCESA GISELA, LA MÁS BELLA DEL PUEBLO. TAMBIÉN LOS
                   HABITANTES DE LA ALDEA SE ENCERRARON EN SUS HOGARES Y EL REINO SE
                   CONVIRTIÓ EN UN LUGAR OSCURO Y TRISTE.

                   UN DÍA, LLEGARON A LA ALDEA CUATRO JÓVENES MONTADOS EN BLANCOS
                   CABALLOS,  BLANCOS  COMO  LA  LUNA.  VESTÍAN  TRAJES  DE  COLORES
                   BRILLANTES  COMO  LAS  ESTRELLAS.  SAMUEL  QUE  ASÍ  SE  LLAMABA  EL
                   MENOR,  VESTÍA  DE  AMARILLO  Y  DESTACABA  POR  SU  ENERGÍA  Y  PORQUE
                   SIEMPRE  TRASMITÍA  ALEGRÍA.  THIJS,  ERA  EL  MAYOR  Y  VESTÍA  DE  ROJO
                   PORQUE  POR  DONDE  PASABA,  EMANABA  UNA  GRAN  DULZURA.  AIRÁM,  EL
                   CABALLERO VERDE, ERA MUY TRANQUILO Y RADIABA UNA LUZ DE ESPERANZA.
                   POR ÚLTIMO, JOAN, EL CABALLERO DE COLOR AZUL, DESTACABA POR SER MUY
                   FUERTE Y OBSERVADOR.

                   CUANDO  LLEGARON  A  LA  ALDEA,  NO  SE  PODÍAN  CREER  LO  QUE  ESTABAN
                   VIENDO… COMO ERA POSIBLE QUE, ESTANDO TAN CERCA LA NAVIDAD, AQUEL
                   REINO  ESTUVIERA  TAN  OSCURO  Y  FUERA  TAN  TRISTE.  LOS  JÓVENES
                   CABALLEROS  EMPEZARON A  COLOCAR PEQUEÑOS ADORNOS  POR  LAS  CALLES DE
                   LA  ALDEA,  MIENTRAS  SUS  HABITANTES  LOS  OBSERVABAN  DESDE  LAS
                   VENTANAS. POCO A POCO EMPEZARON A SER CONOCIDOS COMO “LOS ÁNGELES
                   DE  LA  NAVIDAD”  PORQUE  CON  SUS  CUALIDADES,  LOGRARON  CONTAGIAR  DE
                   ALEGRÍA, DULZURA, ESPERANZA Y FORTALEZA A LOS ALDEANOS Y TAMBIÉN AL
                   REY, QUIEN COGIÓ A SU HIJA DE LA MANO Y BAJÓ A LA ALDEA A CELEBRAR
                   LA NAVIDAD CON TODOS ELLOS. DESDE ESE MOMENTO, LA ALDEA DESTACÓ POR
                   SU LUZ Y COLOR.

                   MIENTRAS  TODOS  CELEBRABAN  LA  NAVIDAD  BAILANDO  Y  CANTANDO,  EL  REY
                   OBSERVABA  A  AQUELLOS  JÓVENES  QUE  NO  SOLO  ERAN  DIFERENTES  POR  SU
                   FORMA  DE  EXPRESAR  SUS  SENTIMENTOS,  DE  HABLAR,  REÍR  O  MIRAR,  SINO
                   TAMBIÉN  POR  SU  FORMA  DE  VER  EL  MUNDO,  DE  ILUSIONARSE  CON  LO
                   SENCILLO Y HACER QUE LOS DEMÁS TAMBIÉN SE ILUSIONARAN Y PENSÓ…

                                         ¡¡¡ESTO ES LA NAVIDAD!!!











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