Page 20 - PERIODICO NUESTRA VOZ DICIEMBRE 42
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Colegio de Educación Especial Nuestra Señora del Carmen  - ASPRONTE                     Nuestra Voz nº 42



                  EL CEREBRO PLENO







                  Los  padres  son  expertos  en  cuanto  al  cuerpo  de  sus  hijos.  Pueden  detectar  si  su
                  temperatura corporal ha subido sin necesidad de un termómetro, curar sus heridas, saber
                  qué  alimentos  son  adecuados  para  ellos…  Pero  ¿cuánto  saben  sobre  su  cerebro?
                  Basándonos en el libro El cerebro del niño de Daniel J. Siegel y Tina Payne Bryson, daremos
                  a conocer qué significa el término “cerebro pleno”, explicando principios básicos sobre su
                  funcionamiento, para poder entender mejor a nuestros hijos y reaccionar de forma más
                  eficaz ante situaciones difíciles.


                  Según estos autores un cerebro integrado será aquel que sepa coordinar mejor todas sus
                  partes. Siegel y Payne diferencian entre: hemisferio  derecho e izquierdo y entre  la zona
                  superior e inferior.

                  Los dos hemisferios
                  Nuestro cerebro está dividido en 2 hemisferios, el izquierdo y el derecho. El  izquierdo es
                  científico,  lógico,  literal,  lingüístico  y  lineal,  desea  y  disfruta  con  el  orden.  Por  su  parte,
                  el derecho es emocional, no verbal, experiencial, creativo e intuitivo.

                  Las dos zonas
                  En nuestros orígenes, el cerebro cumplía las funciones básicas de supervivencia, y de ellas
                  se  encarga  nuestro  cerebro  inferior,  además  del  control  del  cuerpo  y  la  gestión  de
                  emociones intensas como el miedo o la rabia.

                  El cerebro superior está más evolucionado, dándonos una visión más amplia del mundo. Se
                  encarga de procesos mentales más complejos como el pensamiento, la  imaginación y la
                  planificación. Es responsable de capacidades tan importantes como la toma de decisiones,
                  control de emociones y el cuerpo, entenderse a sí mismo, sentir empatía y tener sentido de
                  la ética.

                  La manera en la que se consigue un cerebro integrado, es lo más sorprendente. Es nuestra
                  propia experiencia lo que va moldeando nuestro cerebro, por eso son tan importantes las
                  situaciones vitales que se le ofrecen a los hijos, ya que sus cerebros están configurando y
                  reconfigurando  constantemente  las  experiencias  que  determinarán  la  estructura  de  los
                  mismos.
                  Sin  embargo,  no  debemos  obsesionarnos  en  cómo  conseguir  una  integración  plena  del
                  cerebro  de  nuestros  hijos,  ya  que  en  ocasiones  nos  cuesta  incluso  sobrevivir  al  ritmo
                  intenso  de  nuestro  día  a  día.  Así  que  serán  las  vivencias  cotidianas  las  mejores
                  oportunidades para potenciar su desarrollo si sabemos cómo aprovecharlas.




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