Page 190 - Velasco y la independencia nacional

VELASCO Y LA INDEPENDENCIA NACIONAL • La RevoLución continúa
zado su fuerza destructiva más desenfrenada y obscena en
las primeras décadas del siglo XXI.
El impacto del ciclo cauchero a fines del siglo XIX y prin- cipios del siglo XX no solo costó la vida de miles de peones y extractores sobre todo indígenas víctimas de la violencia y muerte que era la marca de fábrica del ciclo.
También la naturaleza sufrió estragos con el ciclo. Es cier- to que, para la extracción del látex, del Hevea brasiliensis, no se necesitaba talar el árbol porque se extraía el látex hacien- do incisiones y cortes en el tronco. Pero después de algunos años de producción el árbol se agotaba y moría.
En cambio, la otra especie de caucho, el Castillo aulei, sí se requería tumbar el árbol para sacar el látex y, por lo tanto, miles y millones de árboles murieron luego de la extracción de su sangre blanca.
El caucho despertó sueños y quimeras de riqueza inago- table. En el año 1928, después que el Imperio Británico hizo desplomar la producción cauchera de la cuenca amazónica con el caucho producido en sus colonias de Asia, en plan- taciones, uno de los hombres más ricos del mundo, Henry Ford, el amo y señor de la industria automovilística mundial intentó crear un emporio cauchero de 110 mil kilómetros de superficie en el río Tapajós, en Brasil.
El proyecto de Ford, que en esa época tenía 65 años, era librarse de la hegemonía del cartel cauchero inglés y contar con su propia producción. Pero su proyecto de un imperio cauchero con plantaciones en plena selva tropical sucum- bió por las plagas tropicales y porque él y sus expertos que creían que lo sabían todo, nunca llegaron a entender los se- cretos maravillosos del bosque y la naturaleza amazónica, que no acepta ser conquistada y sojuzgada, sino entendida, respetada y amada. Por esa y otras causas, “Fordlandia”, la
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