Page 234 - Velasco y la independencia nacional
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VELASCO Y LA INDEPENDENCIA NACIONAL • La RevoLución continúa
capas sociales. Para entonces el proceso revolucionario pe- ruano ya era admirado en el mundo. El Perú promueve la unidad sudamericana, como lo hizo Túpac Amaru, la que toma forma en el Pacto Andino, y se integra al movimiento No-alineados con una política internacional independiente y soberana.
3. Los años de la vergüenza
Pese al sabotaje abierto a las reformas que se inició ya con la llamada “segunda fase” de la revolución, las reformas del velasquismo siguieron marcando la democratización de la sociedad peruana hasta fines de los 80. Fue entonces que se inició el desmontaje a gran escala propiciado con el “shock” neoliberal y el cuento del “estado subsidiario”. El Estado se vuelve subsidiario porque pierde soberanía ante los pode- res transnacionales, y deja que los grandes poderes privados manejen el país, con un Estado cada vez más maniatado para promover un país justo. La indignidad volvió a la escena.
En 1980 sale del calendario el Día de la Dignidad Nacio- nal del 9 de octubre, trasladado al día 8 con el “Combate de Angamos”. Finalmente, en el periodo de Alan García se de- roga el Decreto Ley que instauró el Día de la Dignidad Na- cional. No fue una medida casual. El Perú ya era testigo de la más vergonzosa actuación antinacional de gobernantes y políticos que subordinaron el Estado peruano a los caprichos del capital financiero mundial, hicieron una constitución “a la medida” y procedieron a repartirse el país como en el siglo XVI lo hicieron los conquistadores.
Desde esa fecha a hoy la desvergüenza ha llegado a lími- tes intolerables. La indignidad invade el gobierno y el país entero, cubre de oprobio la conciencia nacional, porque el estado de ser promotor activo de una sociedad justa se ha
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