Page 252 - Velasco y la independencia nacional

VELASCO Y LA INDEPENDENCIA NACIONAL • La RevoLución continúa
pero además la insuficiencia de los mecanismos instituciona- les –léase, del Estado- para implementar de manera efectiva y oportuna la solidaridad, recurso indispensable para paliar embates de esta naturaleza. Acostumbrados a convivir y so- brevivir a diario con tan graves falencias, pagamos muy cara la factura de haber vaciado obsesiva y prolongadamente nuestro sentido de la vida en comunidad.
El resultado: la desalentadora crisis en la que nos encon- tramos a puertas de la conmemoración del bicentenario de la fundación la República, y probablemente en seguida, for- zándole las pausas a todas nuestras tragedias, una necesaria introspección. ¿Andábamos tan bien como creíamos? ¿Qué hemos hecho mal? ¿De dónde vienen nuestras fracturas? ¿Son insalvables aquellas brechas? ¿Estuvimos o estamos destinados como sociedad a ser inevitablemente así? ¿Qui- simos, pudimos o intentamos alguna vez ser diferentes? ¿De qué manera? ¿Para mejor o para peor? Detenidos a la mala en los bordes del camino, es hasta cierto punto inevitable mirar hacia atrás. Pero incluso si así fuera, ¿por qué reca- lar en el 68 y su autodenominada “revolución”, como parece que viene ocurriendo cuando menos con algunos sectores de nuestra sociedad y nuestra juventud?
Quizá –para comenzar a ensayar una respuesta- porque se trata de uno de los contados episodios de nuestra histo- ria republicana susceptible de sintonizar, genuinamente, con una sensibilidad crítica contemporánea. Es pertinente sub- rayar la dimensión necesariamente crítica7 de esta eventual disposición, en tanto que resulta más o menos inevitable que el General Velasco y su revolución sigan siendo de ante- mano incómodos y censurables ad infinitum, vistos o leídos
7 “El análisis crítico de lo que existe reposa sobre el presupuesto de que los hechos de la realidad no agotan las posibilidades de la existencia, y que, por lo tanto, también hay alternativas capaces de superar aquello que resulta criticable en lo que existe.” (Santos, 2007:18)
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