Page 296 - Velasco y la independencia nacional

VELASCO Y LA INDEPENDENCIA NACIONAL • La RevoLución continúa
grandes corporaciones, que pueden fácilmente derrotarlo en
los escenarios internacionales.
Sobre esos desajustes cruciales contenidos en el texto del 93 se han ido emitiendo gran cantidad de leyes elitistas y so- cialmente excluyentes desde los años 90, con la consecuencia de un gran desorden social que ultimadamente expresa el descontento de la gente con las leyes que se imponen desde el gobierno. Vayamos ahora a la cuarta tesis.
1.4 Elaborar la Constitución no es un asunto de expertos
Quizás sin proponérselo, la clase ilustrada asentada prin- cipalmente en la capital ha transmitido el mensaje de que la elaboración de la Constitución es un asunto que debe ser dejado a los expertos en materia constitucional, porque son ellos los que entienden de constitucionalismo, y son ellos los portadores de la sabiduría que elaboran las democracias constitucionales “avanzadas”.25
Suena intelectualmente atractivo, pero esto es social- mente erróneo. En asuntos constitucionales no hay expertos sino actores sociales. Tampoco hay constituciones doctrina- rias avanzadas ni constituciones atrasadas. Lo que hay son constituciones que responden a la historia y al consenso de un pueblo, que dialogan con su cultura y responden a sus expectativas, y constituciones ficticias, superpuestas, es de- cir enajenantes, aunque sean técnicamente depuradas, alta- mente doctrinarias y se trabajen en sofisticado lenguaje le-
25 Así lo planteó, por ejemplo, en 1977 la Sección Peruana del Instituto Iberoamericano de Derecho Constitucional, que alcanzó una formula técnica sobre “Como debe ser elaborada la Constitución”. “[A] la luz de recientes experiencias y tendencias de la moderna doctrina”, el Instituto recomendó que el anteproyecto se redacte por “una Comisión ad hoc compuesta por Juristas expertos en la materia”, a someterse luego a una Asamblea Constituyente. Diario el Comercio, 9 de marzo de 1977.
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