Page 30 - Velasco y la independencia nacional

VELASCO Y LA INDEPENDENCIA NACIONAL • La RevoLución continúa
El conflicto y, sobre todo, la magnitud que podía tener, el riesgo inminente de que los mercados azucareros se cerraran para la exportación norteña y los créditos fuesen paralizados en represalia, asustó a un grupo de generales que juzgó muy peligroso el curso nacionalista que el General Velasco estaba imprimiendo para superar la crisis. Era la pelea de David contra Goliat, muchos no creyeron que la historia podría repetirse y el gigante ser derribado por la fuerza de la honda. Pensaron que, si eso sucedió en las páginas de la Biblia, en las de la realidad Goliat era el gigante capitalista y David un pequeño país de Sudamérica, débil e indefenso que, definiti- vamente, llevaba todas las de perder.
Temerosos de las consecuencias, seguros de que una sanción norteamericana significaría la ruina del Gobierno y del país, proclamaron una línea de sensatez y de pruden- cia, a partir del pase al retiro del general Velasco. Con el general Montagne en la presidencia se abriría el diálogo, se discutirían términos razonables y se llegaría a una solución armoniosa. Ni vencedores ni vencidos. Salvada la cara del problema, con dignidad antigua, el Gobierno Revoluciona- rio continuaría llamándose así y pondría en marcha algunas reformas importantes para modernizar su estructura y llegar a un acuerdo con los grupos de la producción para darles confianza y promover la inversión extranjera para salir del laberinto de la crisis económica. Con sólo indemnizar a la IPC el Gobierno podría contar con ayuda norteamericana para sus planes de desarrollo.
Pero el General Velasco y su equipo de confianza, los co- roneles que con él prepararon la Revolución y redactaron el ‘‘PLAN INCA”, pensaban otra cosa. La Fuerza Armada se había comprometido públicamente a cumplir y hacer cum- plir el Estatuto y el Plan de Gobierno. La expropiación de La Brea y Pariñas era tan sólo el primer accidente en el camino que la Revolución no había aun empezado a recorrer. No se
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