Page 37 - Velasco y la independencia nacional

La Suerte de la Revolución • Augusto Zimmermann Zavala
es decir, a iniciar un proceso de profunda transformación en las estructuras sociales, políticas, económicas y culturales.
Ahora había llegado el momento de decidir el futuro.
La inminencia del pase al retiro del General Velasco y el pedido de este a sus Comandantes Generales para que con- sultaran con la Fuerza Armada si debía o no permanecer en la Presidencia de la República, dio la oportunidad que espe- raban quienes deseaban un cambio de dirección en el Gobi- erno Revolucionario.
El General Montagne reunió a la Junta Revolucionaria para discutir el asunto. El Almirante Navarro opinó que era inconveniente que un militar en retiro encabezase el Gobier- no de la Fuerza Armada. Pero el Comandante en Jefe de la Aviación, General Gilardi, esgrimió un argumento podero- so. En este momento -dijo— la Fuerza Armada está unida. El Perú enfrenta un momento difícil que sólo podremos super- ar con la cohesión institucional.
El jueves 23 por la tarde, el Primer Ministro convocó a una reunión del Gabinete en el Ministerio de Guerra, puesto en debate el asunto, la mayoría de los ministros opinó por el apartamiento del General Velasco. Los más terminantes fueron los Generales Valdivia y Maldonado. Dentro del Ejér- cito tan sólo el Ministro de Agricultura, general José Bena- vides Benavides, se mostró partidario de que el presidente continuara en sus funciones. Los dos ministros de la Marina, Almirantes Navarro y Vargas Caballero, se inclinaron por la tesis de Valdivia. Y entonces se tomó la decisión con los soli- tarios votos en contra del Comandante General de la Fuerza Aérea, General Gilardi, y del General Benavides: el General Valdivia pasaría a ocupar la Comandancia General del Ejér- cito con lo que, automáticamente, se convertía en el ministro de Guerra y Primer Ministro. Como Ministro de Hacienda lo reemplazaría el coronel Bailetti Mac Kee. El Almirante Na-
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