Page 42 - Velasco y la independencia nacional
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VELASCO Y LA INDEPENDENCIA NACIONAL • La RevoLución continúa
− Mi General, la Fuerza Aérea considera que, por la uni- dad de la Fuerza Armada, en estos momentos difíciles por los que atravesamos Ud. debe permanecer al frente de la Revolución como presidente de la República.
− Bueno, para mí eso es suficiente. Yo, señores, fui nom- brado por la Junta Revolucionaria, conforme lo manda el Es- tatuto, por unanimidad. Como el General Gilardi ha votado porque me quede, pues me quedo, porque no hay unanim- idad para elegir a nadie más. No hay unanimidad tampoco para que seas elegido tú, por lo tanto, me quedo. Tu votación de ayer no tiene validez. No es el Consejo de Ministros el que tenga decisión. Es la Junta. Ustedes tres. Aquí está, bien clarito- ¿Quieren que lo leamos?
− Mi General, en ese caso, tenga por presentada mi renun- cia irrevocable y mi solicitud de pase al retiro.
− Mira Ernesto, todos hemos venido aquí formando un equipo. Hace unos días te dije, les dije a todos ustedes que personalmente no tengo ambiciones. Si la Revolución va a seguir, en el fondo no importa quien la encabece, lo esencial es que siga. Pero de ahí, a que tú reúnas a los ministros, que nada tienen que hacer según el Estatuto, y sometas este asun- to a votación, hay otro cantar. Eso de ninguna manera voy a permitirlo. Ahora las cosas son diferentes. Todavía estoy en actividad y como no has sido elegido por la Junta Revolucio- naria y yo sigo siendo el presidente de la República, tengo que hacer cumplir el compromiso de la Fuerza Armada. No sé qué consultas habrás hecho. Winkelried, tu Jefe de Estado Mayor no sabe nada. Ya he hablado con él. Los oficiales no han participado en el Cuartel General. Lo que tú has intenta- do es dame un golpe y eso tampoco lo voy a permitir.
− Pues ahí está mi renuncia.
− De eso también vamos a hablar, Ernesto, como hom-
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