Page 85 - Velasco y la independencia nacional
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El Antidogmatismo del Proceso Peruano • Carlos Delgado
Una posición revolucionaria autónoma necesariamente implica, por eso, reconocer límites de diferenciación entre diversas opciones revolucionarias y admitir la inevitabi- lidad de una relación competitiva entre los caminos po- líticos que tales opciones representan. Porque en política los caminos distintos son siempre —potencialmente o en realidad— caminos contrapuestos. Y porque cuando se plantea el problema decisivo de decidir el futuro de una sociedad, las opciones distintas son, de necesidad, opcio- nes en conflicto.
Hace ya mucho tiempo la conducción revolucionaria peruana proclamó y fundamentó su autonomía concep- tual y política y, en consecuencia, su rechazo de cualquier tutelaje o de cualquier inspiración de procedencia no pe- ruana y extracontinental. El prerrequisito de una formula- ción de esta naturaleza es, por un parte, la recusación de cualquier tipo de “monopolismo revolucionario” que re- presenta patentar una suerte de inapelable control absolu- to de la verdad de la revolución en manos escogidas y, por otra, la razonable certeza y el convencimiento de que aquí, en el Perú, estamos haciendo una revolución verdadera sin hipotecarnos, ni ideológica ni políticamente a ningún planteamiento extraño a nuestra propia realidad. Esto ga- rantiza que el proceso peruano trace su rumbo y defina su contenido en la forma totalmente independiente que exige su profunda inspiración nacionalista.
Nuestro Humanismo Revolucionario
El sustento final de los principios que definen la posi- tion teórica de la Revolución Peruana como proceso abier- to y creador radica en su vocación liberadora y humanista. Sin embargo, los conceptos basales de humanismo y liber-
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