Page 86 - Velasco y la independencia nacional

VELASCO Y LA INDEPENDENCIA NACIONAL • La RevoLución continúa
tad son redefinidos por la Revolución Peruana y adquie- ren en ella una valencia distinta a la que tradicionalmente han tenido, sobre todo en nuestro medio.
No nos interesa ni única ni fundamentalmente una con- cepción estrecha y, en el fondo, discriminadora de la li- bertad en su aspecto puramente “político” y formal. Esa concepción, en definitiva, espuria, nos ha sido conocida. De ella se benefició un sector muy reducido de nuestro pueblo. Su goce más o menos efímero, más o menos real, pero también más o menos ilusorio, fue el privilegio de muy pocos peruanos y fue, además, el señuelo con el que se pretendió justificar las bondades verdaderas y supues- tas de un ordenamiento “democrático” que para la inmen- sa mayoría jamás tuvo validez alguna.
La libertad así entendida constituye parte muy impor- tante de la ideología del orden sociopolítico tradicional. Pero ella fue totalmente infecunda y estéril porque se dio dentro de los más grandes extremos de injusticia. Muchos nunca entendieron que, en condiciones de extraordinaria desigualdad económica y social, la libertad política jamás puede tener contenido real. Por eso el ejercicio de esta li- bertad solo pudo significar, en el más verdadero de todos los sentidos, su comprobada negación como valor auténti- camente normativo para el conjunto de la nación peruana.
Para nosotros el ejercicio pleno de la libertad es ilusorio en condiciones de intensa desigualdad social, porque la libertad política real solo puede existir en condiciones de justicia, es decir, cuando se la ejerce en ausencia de rela- ciones de explotación económica. Mas aun, para nosotros la libertad es una “dimensión esencial de la justicia”. Este planteamiento lleva directamente a recusar el mito por muchos aceptado de que el sistema económico capitalista se traduce políticamente en la existencia de la libertad y la
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