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Sueña y escribe


                            su  actitud  y  se  puso  muy  feliz  de  que  hubiera
                            regresado.  Le  contó  que  él  era  el  árbol  de  la

                            sabiduría, todo lo que saben los seres vivos ha sido
                            porque  él  con  ayuda  del  viento  imparte  sus

                            conocimientos, muchos solo logran oír su murmullo,
                            pocos escuchan su sabiduría. Así que juntos idearon
                            la  forma  de  preservar  su  hogar  y  de  hacerle

                            entender a los habitantes del bosque la importancia
                            de aprender a escuchar.


                            Juan  y  el  señor  roble  fueron  a  donde  el  alcalde.
                            Todos en el bosque quedaron impresionados al ver

                            que el roble caminaba y podía hablar; el alcalde hizo
                            sonar la campana de emergencia, rápidamente los
                            animales  desde  el  más  chico  al  más  grande

                            estuvieron presentes. El señor roble se dirigió a ellos
                            y les platico sobre él,


                            al  escucharlo  la  vieja  tortuga  Rosa  asintió  con  la
                            cabeza. Los animales guardaron silencio, fue en ese

                            momento  que  el  roble  les  presento  a  el  caracol
                            Juan, le agradeció por haberlo despertado y por no
                            haber desfallecido a pesar de la mala actitud de sus

                            vecinos.  Juan  se  sintió  halagado  y  con  modestia
                            expuso  la  solución  a  la  catástrofe.  Los  animales
                            entraron  en  pánico,  recordaron  lo  mucho  que

                            habían  menospreciado  al  pequeño  Juan,  unieron
                            fuerzas  para  salvarse  de  la  tormenta,  se
                            resguardaron hasta que todo pasó. Al caer el primer

                            rayo de sol, buscaron al pequeño caracol y al señor
                            roble  para  darles  las  gracias  y  ofrecerles  lo  que

                            desearan. Juan solo les pido que, en el bosque, los






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