Page 141 - Mitos y otros relatos de la Antigua Grecia
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El objeto valioso a recuperar era el vellocino de oro, que en la mitología griega, era el vellón o zalea de aquel carnero alado llamado Crisómalo, del que se decía que era hijo de Poseidón y de Teófane, los que previamente y en forma transitoria se habían transformado en carneros para así engendrarlo.
la Historia del vellocino es así...
Atamante, reinaba en la región de la Grecia central llamada Beocia, al norte del golfo de Corinto y tomó como su primera esposa a la diosa nube Néfele, con quien tuvo dos hijos gemelos, Hele y Frixo. Pero más tarde se divorció de la madre de sus hijos por haberse enamorado de Ino, con quien se unió en matrimonio.
Esta mujer sentía terribles celos de sus hijastros por lo que planeó matarlos (en algunas versiones se dice que persuadió, mintiéndole al rey Atamante, de que el oráculo requería sacrificar a Frixo en el altar de Zeus) como la única forma de terminar con la hambruna que asolaba la región, la que había sido provocada por su malvada actitud ya que fue ella quien había hecho deteriorar las semillas del trigo, que fueron sembradas en el momento adecuado pero no germinaron, causando la angustia de los granjeros y el hambre de la población.
Pero aquí apareció el espíritu protector de Néfele, genuina madre de los niños, trayéndoles un carnero alado cuya lana era de oro y con el claro objetivo de salvar sus vidas transportándolos a tierra segura.
Así huyeron los niños montados ambos en el carnero, pero Hele cayó durante la travesía y se ahogó en el estrecho que, a partir de entonces y en su honor se llamó Helesponto (el Mar de Hele), actual estrecho de los Dardanelos.
El carnero prosiguió su vuelo, llevando a Frixo hasta la Cólquida y dejándolo en la oriental playa del Mar Euxino (Mar Negro).
Fue entonces que al arribar Frixo, decide en agradecimiento por el buen fin de su travesía, sacrificar al carnero, sacarle su vellocino y ofrendarle ese preciado símbolo de nobleza y poder al rey Eetes, quien entonces le ofrece a su hija Calcíope por esposa.
Frixo decide entonces colgar el dorado vellocino de un roble, que estaba con- sagrado a Ares, dejándolo a la custodia de un dragón el que según la leyenda no dormía para cumplir su cometido. Mientras tanto, el carnero sacrificado ascendió a los cielos y se convirtió en la constelación Aries.
Dr. Juan Carlos Miller |139|