Page 185 - Mitos y otros relatos de la Antigua Grecia
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Mientras tanto en Troya, ya fatigados con tantos años de lucha y por iniciativa del ingenioso Ulises, junto al resto de los griegos, construyeron un enorme caballo de madera sin que los troyanos se apercibieran de eso. Era de tamaño tan grande como para esconder muchos guerreros en su interior, siendo este artilugio el que sirvió a los aqueos como estrategia para introducirse en la ciudad fortificada de Troya y vencerla definitivamente.
Se les llama aqueos a los griegos naturales de Acaya, antigua región del norte del Peloponeso, quienes eran los que habían organizado una coali- ción contra la ciudad de Troya, datándose esta guerra entre los siglos XIII y XII a.C. (pudiendo también ser fechada entre 1260/1180 a. C., sobre el final de la edad de bronce) y ayudados por las diosas Atenea y Hera.
Final del conFlicto armado
[...] Cuenta también Homero que Epeo, fue el carpintero artífice de dar la solución a los casi diez años de asedio de Troya sin que se lograra vencerla. Los griegos, encabezados por Agamenón, Ulises y Aquiles no habían logrado penetrar la defensa de la amurallada ciudad. Pero donde los mejores guerreros de la época fracasaron, triunfaría el trabajo de un habilísimo carpintero lla- mado Epeo, quien siguiendo las indicaciones de Ulises construyó un caballo de madera de 11m de altura.
Esta construcción con forma de caballo tenía en el flanco izquierdo una le- yenda que decía “con agradecida esperanza de un retorno seguro a sus casas, después de más de nueve años de ausencia, los griegos dedican esta ofrenda a Atenea”...y en el flanco derecho había una escotilla escondida, por la que habían entrado cincuenta guerreros a su interior.
El caballo quedó en las puertas de Troya cual “presente griego”, mientras que el grueso de la tropa fingía retirarse..., entonces engañados los troyanos cre- yendo que el caballo de madera era un botín de guerra lo introdujeron dentro de los gigantescos muros, sin saber que estaban también introduciendo durante la noche “con el obsequio” a soldados enemigos.
Fue así que los guerreros invasores más valerosos salieron del inmenso caballo de madera al mando de Aquiles y Ulises, mataron a los centinelas y abrieron las puertas de la ciudad para permitir así la entrada de sus camaradas, todo el ejército de los aqueos, su ataque y la consiguiente destrucción de Troya. Así arrasaron con la ciudad y terminaron con los diez años de penoso asedio.
Dr. Juan Carlos Miller |183|