Page 187 - Mitos y otros relatos de la Antigua Grecia
P. 187

y canta como estaba dispuesto el caballo de madera construido por Epeo con la ayuda de Atenea, máquina engañosa que el divinal Odiseo llevó a la acrópolis después de llenarla con los guerreros que arruinaron a Troya. Si esto lo cuentas como se debe, yo diré a todos los hombres que una deidad benévola te con- cedió el divino canto.
“... y los argivos (griegos de Argos) se dieron a la mar en sus naves, después de haber incendiado el campamento, mientras algunos ya se hallaban con el celebérrimo Odiseo en el ágora o plaza pública de los teucros (que eran así llamados por considerárselos descendientes de Teucro, primer rey mítico de Troya), ocultos por el caballo que habían llevado los mismos troyanos dentro de la fortaleza, a pesar de que Casandra, hermana de Paris y sacerdotisa de Apolo, pronosticó los males que esto les traería”.
La mayoría de los héroes de Troya y sus aliados murieron en la guerra, salvo Antenor y Eneas que, liderando dos grupos lograron sobrevivir y huir navegando hacia la zona de Cartago los primeros (que como ciudad fue fundada por emigrantes fenicios en el siglo IV a.C., actual Túnez), y hacia la Península Itálica los que comandaba Eneas. De estos últimos al- gunos se establecieron en Sicilia y otros siguieron hasta la zona del Lazio, donde llegaron a ser los ascendientes de Rómulo y Remo, los fundadores de Roma, pues el troyano Eneas al casarse con la hija del rey Latino, quedó como rey de esa comarca.
la casa real de los pelópidas
Así como la Casa de los Labdácidas reinaba en Tebas, cerca de Atenas, la Casa real de los Pelópidas reinaba en el Peloponeso.
Pélope (hijo de Tántalo y Dione y a su vez padre junto a Hipodamia, de los famosos Atreo y Tiestes) llegó a ser una figura tan preponderante y artí- fice del desarrollo de zonas como Argos, Micenas, Corinto, etc., que en homenaje a él se llamó a esa gran zona del sur de la península balcánica Peloponeso que significa “Isla de Pélope”.
Cuenta la leyenda que en su juventud Pélope era tan hermoso que Poseidón se enamoró de él y le enseñó a conducir su carro por los mares. Más tarde Pélope participó con sus caballos en un concurso de carros, prueba tras- cendente en la que también participaba Enómao rey de Olimpia y padre de Hipodamia, para (si le ganase) poder aspirar a tener en matrimonio a
    Dr. Juan Carlos Miller |185|
 


























































































   185   186   187   188   189