Page 94 - Mitos y otros relatos de la Antigua Grecia

Eran ritos de iniciación al culto de las diosas Démeter y Perséfone y estaban basados en su mito. Se celebraban en la Antigua Grecia, en Eleusis (pequeño pueblo, enclavado en el Ática, cerca de Atenas), sitio donde en el siglo XV se estableció el primer santuario que les rendía culto, aunque se desconoce la esencia de los ritos que en él se desarrollaban pero lo que sí ha trascendido es que estos ritos se repetían cada año en el santuario.
Estos ritos que se mantenían en secreto, pero prometían cosechas abundantes y recompensas “en la otra vida”, se extendieron hasta casi el siglo IV d.C., lo que muestra que se mantuvieron vigentes durante casi 2000 años, siendo estas de todas las ceremonias rituales celebrados en la antigüedad, las consideradas de mayor importancia.
Los únicos requisitos para participar en ellos eran el no haber cometido asesinatos (no tener “culpas de sangre”) y no ser bárbaro (es decir “saber hablar griego”).
Entre los participantes hubo personalidades como Sócrates, Platón, Aristóte- les, Sófocles, Plutarco y Cicerón que probablemente participaron de ellos. El fin de los misterios eleusinos fue en el siglo IV, cuando los godos que traían el cristianismo arrasaron con los antiguos ritos sagrados paganos.
APOLO
Una de las deidades principales de la mitología griega, pertenece a la segunda generación de los llamados dioses olímpicos, era el hijo de Zeus (Júpiter) y de Leto (o Letona). Apolo era hermano gemelo de Artemisa y se lo consideraba el
dios del sol, la lógica, la razón y también músico y curandero. También era el dios de la luz de la verdad, de la música, de la curación y de la belleza masculina y se lo consideraba como dios de la muerte súbita, de las plagas y enferme- dades, pues la medicina y la curación estaban asociadas con él, ya fuera directamente o por mediación de su hijo Asclepio (Esculapio).
[...] Leto a su vez era hija de los titanes Ceo y Febe y había sido condenada por Hera (al ente- rarse que estaba embarazada de Zeus) a no parir en ningún lugar bajo el brillo del sol.
Por ello viajó por toda Grecia buscando un lugar donde pudiesen nacer sus gemelos Apolo y
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