Page 95 - Mitos y otros relatos de la Antigua Grecia
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Artemisa. Además Hera le envió a la temible serpiente Pitón para que le ino- culara su veneno en el trance del parto, pero Zeus para salvarla, le mandó al viento Boreas que recogió a Leto y la trasladó junto a Poseidón, quien a su vez la llevó a la isla de Ortigia que le dio cobijo (isla pequeña del grupo de las Cícladas, la que posteriormente cambió su nombre por el de Delos, que significa brillante, homenajeando a Apolo dios de la luz).
Cuando Apolo creció, mató a la serpiente Pitón para vengar los sufrimientos de su madre y convirtió a Delos en una hermosa isla, pero su lugar más famoso y sagrado se encontraba en Delfos, donde estaba el famoso Oráculo.
Apolo era un joven hermoso que mantuvo muchas aventuras amorosas con ninfas y mortales, de donde concretó una larga descendencia. Alguna vez recibió un flechazo de Eros y se enamoró perdidamente de Dafne, hija del dios-río Peneo, pero ella no le correspondió en su amor y para evadirse, le rogó a su padre que la salvara. Su padre accedió, transformándola en un laurel, el que a raíz de este episodio, pasó a ser el árbol ritual dedicado al culto de Apolo.
Además de sus relaciones con mujeres, Apolo también las tuvo con hombres, entre los que se conocían (Hiacinto) Jacinto y (Cipariso) Ciprés a quienes el dios, después de que murieran, los transfomó en una flor y en un árbol.
También poseía virtudes de guerrero y se constituyó en símbolo religioso que inspiraba las creaciones artísticas, la armonía y el equilibrio de la razón. Los orígenes de su mito son oscuros, pero en tiempos de Homero (siglo VII a.C.) ya era muy citado en La Ilíada, en que se lo hace responsable de desatar una peste entre los griegos, aunque también tenía el poder de curarla.
Tenemos aquí la dualidad constante de Apolo, siendo por un lado el dios que cura (con la medicina y la música), el dios de Pitágoras y de Platón, pero también el dios que hiere y enferma, amenazaba o protegía. Era temido por los otros dioses y solamente sus padres lo apaciguaban.
Era símbolo de la inspiración profética y artística, siendo el patrono del oráculo más famoso de la antigüedad, el Oráculo de Delfos y además líder de las musas inspiradoras, con quienes tuvo muchos amoríos.
   Dr. Juan Carlos Miller |93|
 


























































































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