Page 98 - Mitos y otros relatos de la Antigua Grecia
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por casualidad pasaba por donde ella estaba y quedó observándola desnuda mientras se bañaba en una fuente, en compañía de su coro de ninfas. La ven- ganza fue muy dura, pues lo transformó en ciervo y luego mandó a los propios perros de Acteón a perseguirlo, alcanzarlo y devorarlo, sin saber los canes que estaban destrozando a su propio dueño. Parecida conducta tomaba con quienes osaban poner en duda sus cualidades de ser la mejor cazadora.
Homero señala en La Ilíada que junto a Hermes, fueron ambos quienes res- cataron a Ares encadenado por los gigantes ctónicos (del inframundo, del in- terior de la tierra) y tomando también parte en la gigantomaquia, mató con ayuda de Hércules al gigante Gratión.
Fue la diosa protectora de las amazonas, un legendario pueblo conformado por mujeres guerreras que se gobernaban sin la intervención de los hombres. A la diosa Artemisa le fue consagrado el templo de Éfeso, considerado una de las siete maravillas arquitectónicas de la época, con bajorrelieves de Escopas, un hermoso altar hecho por Praxíteles, cuadros de Apeles y en el jardín esculturas de Fidias, Mirón y Polícleto. Junto a sus antecesores integra el panteón de los doce dioses olímpicos siendo identificada, como ya lo diji- mos, con la diosa romana Diana y también con Selene, diosa griega de la luna.
HESTIA, diosa del fuego que da calor al hogar, la cocina, la arquitectura y la familia, hija primogénita de Cronos y Rea, siendo la primera en ser la víctima de la furia devoradora de su padre. Es una diosa pacífica que odia las peleas familiares y cuyo equivalente romano es Vesta, siendo su hogar el Olimpo, del que pocas veces salía.
[...] Para comprender la importancia que fue cobrando Hestia (llamada Vesta más tarde por los romanos) primero debemos entender cuán importante era la chimenea fa- miliar para ellos, pues en esa parte de la casa no sólo se cocinaban los alimentos sino que también era altar fa- miliar donde la cabeza de familia ofrecía sus oraciones y sacrificios.
Tras la guerra contra los Titanes, Hestia fue cortejada por Poseidon y por Apolo,
pero ella juró sobre la cabeza de su hermano Zeus que permanecería siempre virgen, evitando así la disputa entre los dioses olímpicos, por lo que su hermano le concede el don de la pureza y el de ser la guía espiritual de todas las familias y del hogar.
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