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GÉNERO Y SALUD EN CIFRAS
gorda”; sólo tenía una amiga con la
que asistía a misa, consideraba que
las demás chicas eran muy “locas”
porque tenían amigos varones.
El acoso y los actos de agresión
se habrán de repetir en los casos
tratados en esa tesis, también serán
recurrentes las alusiones a violencia
de género y discriminación. Es
sobresaliente que Margolis no da
la estatura o medidas de Adela,
encontramos su peso párrafos
después, pesa 113 kilos; esto también
nos habla de lo poco instauradas
que estaban las cifras para capturar
o describir la gordura. Ninguna de
las tesis presenta un acuerdo para
establecer cuándo y cómo se puede
diagnosticar obesidad.
Continuando con Adela, su familia la
cataloga de rara, suele enfrentarse
a la madre y a su abuela, al mismo
tiempo tiene episodios de apatía;
su madre es quien “lleva la casa” y
su padre es cariñoso. Adela fantasea
con pretendientes, uno es güero y
de ojos azules, otro es un ingeniero
que termina suicidándose porque
ella no corresponde a su amor.
Margolis la diagnostica como
fantasiosa, obsesiva-compulsiva, con
un Coeficiente Intelectual (CI) de 62
puntos, y determina que “según la
clasificación de Hilde Bruch pertenece
a los pacientes que no adelgazan
y que tienen trastornos inter e
intrapsiquiátricos durante toda su
vida”. Mediante las fantasías de Adela
también nos damos una idea de los
aspectos valorados de un
“buen partido”, destaca la descripción
del fenotipo caucásico en uno y la
profesión en el otro pretendiente.
Además, podemos ver la vigencia de
una idea como “la muerte por amor”
asociada al amor romántico, muy
poco frecuente en nuestros días.
El segundo caso, es Israel, pesa 53 kilos
y mide 1.41 metros, también reporta
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burlas departe de compañeros de
escuela por ser “inútil en los juegos”
y agresiones de sus hermanos.
Margolis consigna que la madre fue
violada a temprana edad, lo cual le
origina problemas y sobreprotege a
su hijo. A los 6 años lo circuncida por
recomendación de personal médico
porque ella creía que los genitales
del niño eran pequeños, el dolor le
deja a Israel traumas profundos. Su
padre lo golpea, además desde los 10
años su madre lo rechaza. Margolis
lo cataloga como inteligente, con
un CI de 103 y con una vida interna
rica. Según los preceptos de Bruch,
presenta una buena adaptación
al medio. En este caso de nuevo
vemos un análisis y escrutinio de
la relación con la madre, mientras
el padre aparece en una sola línea.
Esta perspectiva podría atribuirse a
su influencia psicoanalítica, también
vemos la noción de crianza obligatoria
establecida como responsabilidad
de las madres. Esto también puede
deberse a que aplica el marco
analítico de Hilde Bruch a raja tabla y
allí el lugar de la madre es central.
El último caso corresponde a
Concepción, tiene 14 años y pesa
66 kilos, no se consigna su estatura.
Desde bebé perdió la vista en el ojo
izquierdo y es notorio; eso junto a su
peso la hacen ser muy tímida, tiene
pocas amistades y no le gusta “irse
a los jardines con hombres” porque
eso puede darle mala fama. Su padre
es alcohólico y golpea a su madre,
Concepción lo enfrenta y la defiende,
Margolis habla de la formación
de bandos y “trifulcas” familiares.
Concepción también acepta con pena
que se masturba y promete no volver
a hacerlo. Su CI es de 108, según el
marco de Bruch es difícil que logre
un ajuste positivo al medio. Otra
constante que vemos es la alusión de
ambas jóvenes a la sexualidad y sus
relaciones con el género opuesto.