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como un proceso centrado alrededor de la sexualidad en través de sensaciones de inadecuación y de pérdida de
íntima relación con factores de tipo hormonal y una la autoestima, o de desamparo; vivencias que derivan de la
modalidad oral de incorporación. A la vez, toda gestación pérdida de una parte del self que queda dañado. Por otra
provoca una recapitulación de las fases del desarrollo parte, las reacciones de vergüenza y los sentimientos de
psicosexual descritas por Freud: oral, anal y genital inferioridad y fracaso que resultan de la herida narcisista
infantil. De esta forma, cuando ocurre una pérdida peri- hacen que la pérdida perinatal sea una vivencia particular-
natal, la frustración es de tal envergadura que tiene lugar mente dolorosa, angustiante, íntimamente relacionada con
una modificación en la organización de las pulsiones libi- experiencias de amputación, castración y desmem-
dinales y agresivas, incrementándose estas últimas, bramiento. De hecho, no es raro que el daño al narcisismo,
pudiendo estar dirigidas hacia el interior, provocando una al entorpecer el proceso de duelo, provoque la aparición de
severa depresión, o hacia el exterior, en contra del personal quejas somáticas. La rabia y el sentimiento de culpa que
de salud, la pareja, Dios, etcétera. Además, por la regresión aparecen luego de una pérdida pueden comprenderse
a modos de funcionamiento más primitivos que tiene lugar desde la dinámica de la profunda herida narcisista. Se
en el yo durante el embarazo, es comprensible que el presenta a continuación un fragmento del discurso de una
trauma psíquico sea un factor que incida en la deformación madre en el cual se pueden advertir los sentimientos de
de la información proporcionada por la médica o el médico culpa por el tabaquismo durante el embarazo, el profundo
y que pueda llevar a malos entendidos posteriores en cuanto dolor al ver a otros bebés con sus madres, el deseo de
a diagnóstico, pronóstico o deslinde de responsabilidades. sobreponerse y no ceder a la identificación con su propia
madre que se dejó morir cuando perdió un hijo.
La perspectiva de las relaciones de objeto se centra
alrededor de la relación temprana de la embarazada con su “No me resigno a haber perdido a mi bebé, fue muy
propia madre y en la formación del vínculo infantil que luchón, vivió 18 días; no quería que estuviera nadie en el
ocurre de manera formal desde el segundo trimestre del entierro, era mío, únicamente mío, yo fui la única que lo
embarazo, a partir del inicio de los movimientos fetales. La conocí, su papá sólo lo vio dos veces. Mi güero me dio una
gestación, además de representar la búsqueda de un nuevo gran lección, echarle ganas a la vida, yo que no me cuido
ser, provoca la revivencia de las relaciones tempranas con para nada, no tengo fuerza de voluntad. Conforme pasan
los padres y de los conflictos no resueltos con ellos en las los días se me van borrando sus imágenes, pero puedo
distintas etapas, por lo que la interrupción del embarazo o recordar sus manitas, cómo me apretaba, cómo me veía,
la muerte del neonato, reedita no sólo las pérdidas ante- gocé esos días, de estar yo con él, cambiarlo, amaman-
riores, sino que además viene a frustrar todas las fantasías tarlo, lo que no pude gozar con el primero, tengo que vivir
de resolución o fantasías mágicas de castigo que, como -por él-; no quiero ser como mi mamá, desde que murió
resultado de las pérdidas previas, se habían depositado en el mi hermano, se dejó morir y nos hace mucha falta a todos.
nuevo bebé. Además, en el embarazo tiene lugar una regre- Me consuela saber que no sufrió mucho, yo le pedía a
sión a la etapa de dependencia infantil que la pérdida Dios que no sufriera, me partía el alma verlo todo
intensifica, por lo que es importante la contención y el entubado, me decía ya no lo piquen más; al verlo así en el
apoyo que se brinden a la madre y a la pareja. hospital ese día, sabía que se iba a morir esa última tarde.
Desde el enfoque del narcisismo, el feto se vive como una Me duele ver en la tele a mamás con bebés, o en la calle.
parte del self materno, más que como un objeto separado. Regalé toda la ropa que le habíamos comprado, toda nueva,
Esta experiencia de fusión narcisista es un ingrediente no la pudo estrenar, me imagino cómo se hubiera visto.
único y fundamental que cimienta el posterior apego Después la realidad, nunca se la puso, por eso la regalé. Me
parental. Además, el narcisismo es el “guardián de la siento mal porque yo contribuí, no dejé de fumar en el emba-
vida”, y las embarazadas y las madres suelen depositar en razo, no he podido llorar, sólo una vez, en el hospital,
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sus bebés una gran parte de su autoestima, por lo que la cuando me dieron la noticia, luego ya lo vi muerto, me
gestación tiende a colmar las ambiciones narcisistas más quiero quitar esa imagen y recordarlo vivo, viéndome”.
relevantes señaladas por Freud, entre las que se encuen-
tran la sensación de omnipotencia derivada del hecho de Manifestaciones más frecuentes del proceso
estar dando vida a un nuevo ser, la afirmación de la de duelo
femineidad y la ilusión de la inmortalidad al estar
contribuyendo a la perpetuación del sujeto a través de la El duelo es un proceso dinámico , en el cual se sobre-
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siguiente generación. La simbiosis biológica con el feto y ponen unas fases del proceso con las otras; González ha
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la sensación de estar completa que vive la madre la identificado las siguientes al conducir un grupo tera-
confirman en su propio valor. Esta fusión total representa, péutico, en el Departamento de Psicología del INPer,
de manera idealizada, la mejor parte de ella misma. focalizado en pérdidas perinatales. Una primera etapa que
se caracteriza por el impacto de la noticia y la negación de
De ahí, que ante una pérdida perinatal, la respuesta la muerte, en la cual se observa que las madres se plantean
emocional se describa como la de un vacío corporal a alternativas que hubiesen evitado el hecho; sienten que han
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en cifras