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De esta forma, 19.3% de las mujeres (n=113) reportaron violencia de pareja en el embarazo, entre las cuales
13.5% correspondió a violencia moderada y 5.8% experimentó violencia severa. En la gráfica 1 se presenta
16 la prevalencia de violencia de pareja durante el embarazo por tipo de violencia reportada. Como se puede
observar en la gráfica 2, es significativo que los insultos y desprecios fueron los tipos de agresión más
comunes durante el embarazo reportados en la muestra, con tasas de 12.6% y 12.9%, respectivamente.
Además, el disparo (0.68%) y la asfixia (1.0%) fueron los ejercicios de violencia más frecuentes. Por otra
parte, casi 4.0% de las mujeres reportó haber vivido experiencias de agresión sexual durante sus gestaciones.
Gráfica 1
Prevalencia de la violencia de pareja durante el embarazo.
Mujeres abordadas en el área de postparto, en la sala de espera
de un hospital general del D.F., 2012
(N=588)
Violencia sexual 96.43 3.57
Violencia física 90.99 9.01
Violencia psicológica 82.65 17.35
0 20 40 60 80 100
No Sí
Fuente: elaboración propia.
Para explorar las características asociadas a la violencia de pareja, se compararon tres grupos de mujeres:
sin reporte, con reporte de violencia moderada y con reporte de violencia severa, respecto a un conjunto de
factores sociodemográficos, perinatales e individuales que incluyen la presencia de sintomatología depresiva,
la cual indica depresión postnatal (Cuadro 2). Se utilizó la prueba de chi para comparar porcentajes y
2
valor de F derivado de un análisis de varianza, para comparar promedios entre los tres grupos. De esta forma,
uno de los resultados más importantes del estudio indica que existe una asociación significativa entre la DPN
y la violencia de pareja durante el embarazo.
De acuerdo con la escala de Edimburgo, la prevalencia general de la sintomatología de DPN fue de poco más de
10% (Cuadro 1). El valor ajustado de esta prevalencia para el grupo de mujeres sin reporte de violencia fue
de 7.19%, comparado con más del doble (17.72%) y más del quíntuple (38.24%) entre mujeres con reporte de
violencia moderada y severa, respectivamente (p<.001).
El análisis de lo mostrado en el cuadro 2 también permite indicar que estar casada o en unión libre parece
tener un efecto protector en la experiencia de violencia durante el embarazo. Sin embargo, es necesario
tomar en cuenta que es posible que algunas mujeres casadas o que viven en unión libre no reporten la
violencia que se ejerce contra ellas.