Page 13 - BOLETÍN 8.2 • Género y Salud en Cifras
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Dicha representación de la diabetes es lo que hace que pasos para el autocuidado”, iniciativa encabezada
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la mayor parte de la población de mexicanas y mexica- por Project HOPE-México que tiene como meta capa-
nos se resista a recibir un diagnóstico médico que ten- citar a las personas enfermas con la intención de mejo-
ga que ver con la diabetes o con una alta propensión a rar su calidad de vida. Dicho proyecto busca modificar
padecerla. Muestra de lo anterior es que existen casos las representaciones de la experiencia del padecimien-
en los que las personas tardan años en aceptar que son to doloroso, por las experiencias de gente que ha con-
diabéticas a pesar de que todos los síntomas (ganas con- seguido tener una vida digna a pesar de su diabetes.
tinuas de orinar, sed y ansiedad por comer constantes) A pesar de que las propuestas de educación para la
están presentes. Esta actitud se presenta de manera ge- salud dirigidas a las personas diabéticas son loables y
neralizada entre la población sin importar su extrac- dignas de mencionarse, se han dejado de lado otro tipo
ción sociocultural. La mayoría acude a algún servicio de de aspectos culturales profundamente relacionados
salud cuando están presentes complicaciones mayores. 27 con la manifestación, trayectoria y autocuidado de la
diabetes. La cultura impone representaciones y prácti-
Otros/as especialistas aseguran que es necesario cam- cas corporales-emocionales distintas según el sexo de
biar el modelo médico y educativo y que el nuevo debe las personas, dando lugar a una cultura de género.
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inspirar confianza a la población, que les informe que Este concepto es fundamental para entender que los
si bien la diabetes no es curable sí pueden aspirar a te- hombres y las mujeres manifestarán padecimientos
ner una buena calidad de vida mediante el autocuidado distintos, en tanto que la enfermedad también es una
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de su salud. Existe la propuesta denominada “Cinco construcción social al igual que el género. 32
Se requiere más dinero y menos “sabor” para una dieta más saludable.
Los informes epidemiológicos dados a conocer por los De hecho, en el 2000 la diabetes mellitus fue la prime-
organismos internacionales de salud y los nacionales ra causa de muerte en mujeres y la segunda en hom-
ponen en evidencia que existe una creciente prevalencia bres. Actualmente es la primera causa de muerte en
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de diabetes entre las mujeres y que son ellas las que hombres y mujeres en México, pero como han seña-
están sufriendo la peor parte de la pandemia. Los lado algunas investigadoras, se encuentran diferen-
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datos incluyen a la población femenina de los países cias por sexo en el comportamiento epidemiológico,
más pobres de América Latina en los que el origen lo que nos lleva a suponer que es justamente una serie
étnico-racial también es una constante en los datos y de aspectos que forman parte de la cultura de género
que es tomado como un factor de aumento de riesgo lo que propicia estas diferencias.
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en el aumento de los niveles de glucosa.
Tomando en cuenta que los principales factores de ries-
En México las cifras no son muy distintas, la prevalen- go asociados a la diabetes mellitus son el sobrepeso y
cia es mayor entre la población femenina; de 1990 a la obesidad y que su distribución por sexo también
2007 la diabetes aparece como una causa de mortali- coloca a las mujeres como la población con mayor pre-
dad mayor entre las mujeres que entre los varones. 34 valencia, este dato debe ser analizado en el contexto
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de la cultura de género.
ix La OMS y la OPS están impulsando proyectos de autocuidado a través de financiamientos con organismos no gubernamentales, tal es el caso del proyecto
VIDA, por sus siglas en inglés, Veracruz Initiative for Diabetes Awareness (Proyecto Veracruz para el Mejoramiento de la Atención a la Diabetes), bajo la
supervisión de la Oficina Regional de la OPS para las Américas en México. http://www.paho.org/spanish/ad/dpc/nc/dia-vida-veracruz.htm
x Intentando trascender la categoría de género, que de pronto puede resultar un concepto vacío, Elsa Muñiz propone la categoría de cultura de género, la cual
pretende ser una herramienta de mayor alcance, en tanto que explicita su sentido histórico porque reconoce “la existencia –creación y recreación- de
códigos de conducta basados en elaboraciones simbólicas promotoras de las representaciones hegemónicas de lo femenino y lo masculino”.
Mayo-Agosto La Diabetes meLLitUs en mÉxicO: 11
2010 aLGUnas refLexiOnes sOciOcULtUraLes DeL PaDecimientO