Page 53 - 2016_14.2_Neat
P. 53
La lectura de este texto evoca la habitación de ¿Qué fue lo que perdió Audre en la sala
Lorde, los otoños transcurridos en un aislamiento quirúrgica? ¿Quién era esa mujer sin seno que
53 sensible y esa especie de limbo emocional que la ahora escribía en su diario acerca del dolor y
situaba entre la vida y la muerte, en un cuerpo que de un quebranto físico y emocional? ¿Quién era
se encontraba vivo, pero que se sentía muerto y esa “no-más-mujer” que se veía en el espejo
fragmentado por las ausencias palpables, porque con un solo bulto en el pecho?
en algún punto toda la situación hace sentir a
Audre que sin un pecho jamás volvería a ser una La vivencia de la autora refiere a una experiencia
mujer. ¿Una mujer? Una persona. Viva. Completa. habitual que enfrentan las mujeres en los procesos
que anteceden y preceden una mastectomía: no
De esta forma, el primer capítulo está centrado en reconocerse en su propio cuerpo, no parecer una
la escritura como liberación y como herramienta mujer ni sentirse como una de ellas. A eso se
de acción. Por lo tanto, si no hubiera escrito este añade el dolor físico permanente, devenido de las
diario, de qué manera habrían podido leerlo posturas en las que se encuentran por tiempos
otras mujeres con cáncer e identificarse con prolongados, el suministro de medicamentos
ella, o cómo las personas allegadas habrían y el desorden completo de todos sus sistemas
podido comprender esa experiencia corporal (digestivo, nervioso, circulatorio).
de su compañera, amiga, hermana o madre. En
este sentido, qué es un “diario personal”, sino En las notas del diario también se pueden
un documento histórico que da cuenta de un vislumbrar distintos procesos por los que transitó
contexto, un momento particular, del estado Lorde: el vértigo inicial después de las malas
de una sociedad y sus instituciones; es decir, es noticias; el rechazo a sí misma y a su cuerpo; el
una bitácora de la vida pública y privada de una miedo de estar más cerca de la muerte que de la
persona escrita por ella misma. vida; la falta de autocontrol y de poder sobre ella
misma; incluso la carencia de placer, de calor y de
Al respecto, Lorde enuncia: “tu silencio no te sonrisas. Son las consecuencias de la separación
protegerá”, pues este puede ser la diferencia de una parte del cuerpo que la había acompañado
entre la víctima en la sombra y la guerrera que durante toda su vida y sin el que ninguna mujer
abandona la penumbra, que da a conocer sus se imagina o que ninguna persona concibe a su
circunstancias y contribuye a la transformación madre, a su compañera de vida, a su hermana
de las mismas: o a su tía.
¿Cuáles son las palabras que todavía no En este punto es importante detenerse un
tienes? ¿Qué necesitas decir? ¿Cuáles son momento en la lección acerca del consejo común
las tiranías que te tragas día a día e intentas de “soltar”, el cual aborda la autora. De pronto,
hacer tuyas, hasta que te enfermes y mueras es muy fácil, pedir a las personas que dejen ir
de ellas, todavía en silencio? Quizás para algo o alguna situación, pero ¿cómo decir eso a
algunas de ustedes […] soy la cara de alguno una mujer? De acuerdo con Lorde es un proceso
de sus miedos. Porque soy una mujer, porque
soy negra, porque soy lesbiana, porque soy necesario y para ella fue una lección encarnada
yo misma… 1 que no tuvo más remedio que aprender.
Lo anterior se vincula con las condiciones
¿Cuántas mujeres conocemos que experimentan hospitalarias que rodeaba a Audre y que influyeron
la sensación del cuerpo roto por la mastectomía en su estado de ánimo y en la forma en que
y que hablen de su experiencia? Narrarse sin percibió los procesos por los que transitó, como
seno. Sin la mitad de su “ser mujer”. La sensación fueron los instantes posteriores a la biopsia que
de soledad y retraimiento, además de los le fue realizada:
dolores físicos, termina por ahondar la sórdida
experiencia corporal de este procedimiento y del El gong en mi cerebro de “maligno”, “maligno”,
miedo permanente a las consecuencias sombrías y las gélidas sensaciones de esa habitación
de vivir con cáncer de mama. frígida, atravesaron los restos de anestesia
como una manguera de bomberos apuntada
A este terreno se dirige Lorde en el segundo a mi cerebro. Lo único que podía focalizar era
capítulo, en el que se remonta a marzo de 1978, salir de esa habitación y entrar en calor. Grité
y aullé y me quejé del frío y pedí por favor más
cuando aún no era diagnosticada con cáncer frazadas, pero no las hubo. Las enfermeras se
de mama. En octubre de ese mismo año, la sintieron muy molestas por el griterío y me
autora evoca el momento en el que, después mandaron rápido a mi habitación […] Yo no
de la intervención quirúrgica, despierta con un podía creer que este hospital no podía apagar
sobresalto de pérdida y carencia. el aire acondicionado o darme más frazadas. 1