Page 72 - Catalogo_Arte para Bogotá

maestros en artes visuales como modo de vida”, nos (IV) (V)
contó quien introdujo todo. Y ahora sí a lo que vinimos. Apareció la mamacita de
Parecían aeróbicos. Luego era más karate. Pero rosado y blanco y JUMP. Llegó el espectáculo con
también danza. Se convirtió en comedia. Y terminó música rockerita en inglés y despliegue físico en el
en espectáculo a lo Broadway; obvio, allá se habían escenario. Aplauso total. Y comenzó una vertiginosa
presentado, con mucho éxito, por más de un año. Y burla a las películas de karate made in Hollywood.
llegaban a Los Andes viniendo del Festival de Teatro Lo mejor: la repetición en cámara lenta de los
de Manizales. La directora era bella y jugaba a la pinta movimientos peliculeros. Y en medio de todo mucho
de diva: gafa oscura, largo trapo rojo, pelo eterno, karate, mucha acrobacia, mucha espada, sexy chistes,
camiseta dejada y jean raído: actitud de directora con baile, actuación, comedia: un gran espectáculo. La
mundo. risa fue total. La plazoleta Lleras deliraba y estaba a
reventar. Mal contados, ya éramos 500.
Mal contados, ahí estábamos como 250
personas. La mayoría estudiantes. Y siguió la versatilidad de los cuerpos, los
movimientos imposibles, las fuerzas inéditas de lo
(III) profundo coreano jugando al remake occidental:
Un señor de blanco, pelo cano y bastón caminó payaso, bobo, princesa, villano, chica bonita, baile,
hacía el público. Nadie se dio cuenta. No estaba en coreografía, sonoridades de ambiente, golpes, dagas
el escenario. Escogió a un joven. Y con señas se hizo voladoras: suspenso, comedia, Hollywood. Mejor,
llevar a tuta. Risa tímida, pero colectiva. burla de Hollywood.
“¡Qué oso!”, debió pensar el joven. El Pareciese que se echara mano a la tradición de las
público se entregó: aplauso masivo. artes marciales coreanas para comentar y criticar
la banalidad occidental made in USA, esa hecha
Y vino la comedia: este señor de bastón y mucha de Uma Thurman matando orientales con espadas
edad quería hacer lo imposible: subir la escalera: mágicas y efectos de sangre que tanto se adora en
llegar al escenario. Y hubo muchos más gags Kill Bill Tarantino. Mucho sentido del humor. Más, un
visuales: sonidos guturales, caminar de pato. Buscó a llamado público y entretenido sobre la ridícula forma
alguien del público. Esto se ponía interactivo. Menos en que Occidente comprende lo oriental.
mal desistió. Otra risa colectiva.
Imagen cortesía: Alejandro Gómez
73 • Revista Cultural
Y el final vino con toda la pirotecnia del karate:
los saltos imposibles, los cuerpos desafiando la
gravedad, el dance extremo, orientalismo a la lata.
Aplauso masivo con griticos emocionados y silbidos
bogotanos. Y así nos dieron las dos de la tarde. Los
estudiantes se fueron a clase con una sonrisa de
perplejidad y con la certeza de haber asistido a un
gran espectáculo. Se había pasado un buen tiempo.
Se había asistido a una espectacular ironía: una burla
maravillosa de los modos USA de comprender la vida.
(VI)
Fuimos a ver las profundidades orientales
y terminamos viendo cuerpos, bailes, artes,
movimientos que eran coreanos pero con una
puesta en espectáculo a lo occidental. “Encontraré
al verdadero maestro” dijo uno de los actores que
estaba dentro del público.
Imagen cortesía: Alejandro Gómez
RESEÑA
RESEÑa:
Muecas+kunfu+golpes+besos
+baile+acrobacia
Por María Paula Martínez
Profesora Centro del Estudios en Periodismo (CEPER)
jUMP
Director: Jun-Sang LEE
País: Corea del Sur
Grupo: Yegam Co.
Espectáculo de artes marciales y humor mudo. Una
comedia oriental que toma estereotipos occidentales
de la bella, el borracho, el gay y el gordo para
desarrollar una trama banal de un robo a una casa.
Los actores, cinco hombres y dos mujeres, son
acróbatas expertos en taekwondo, tae kyun y kung
fu que, ayudados por efectos de sonido típicos de los
cartoons, se golpean, caen y tropiezan.
La gesticulación y las bromas predecibles hacen que
el cliché se vuelva divertido. El público se enlaza
en una trama silenciosa que se cuenta a través del
cuerpo y de las muecas de los actores.
Ambientada en “un típico” hogar oriental de puertas
corredizas, el show no toma referencias culturales ni
religiosas de ese mundo. Su historia está construida a
partir de estereotipos y valores de la familia occidental
Jump fue presentada en 2003, aunque el concepto
y ambientada con música electrónica.
del show (mezcla de acrobacia y humor mudo) data
de 1999. Más de 5000 presentaciones para más de un
millón y medio de personas en países de Asia, Europa
y América Latina dan cuenta de su éxito. Estuvo un
año en Broadway y tres años en el teatro Peacock de
Londres. Recibió Premio Seúl por la Promoción de la
Cultura Coreana en el exterior en 2010.
“jump es una comedia que combina
artes marciales y acrobacias”
Revista Cultural • 74