Page 20 - Biografía de un par de espectros: Una novela fantasma
P. 20
encendido la turbina invisible de un jet.
—El incremento de mi mareo es insoportable.
—¡Lista la incubadora!
—Flojita, señora, flojita.
—¡Aaaaaaaaay!
Y entonces, cuando la presión se hizo casi insoportable, cuando los fortachones
imaginarios disfrutaban lo mejor de su paseo, arriba y abajo, y la turbina que
nunca existió iba a mil por hora soltando un zumbido que a cada instante se
tornaba más agudo, y el mareo de Javier lo hacía sentir en la cubierta de un
buque, y Luisa juraba que la estaban partiendo en dos, se escuchó el llanto de un
bebé.
Todo se detuvo.
—Ya está aquí, señor Isla, mírelo, es un niño —anunció el doctor.
—¡Se parece a ti, mi amor! —anunció Luisa.
—¡Es tan chiquito! ¡Es tan boni…! —pero Javier no pudo terminar la frase
porque en ese instante su anunciadísimo desmayo se hizo realidad y cayó
fulminado en brazos del anestesista.
De esta forma, un 22 de agosto, bendecido por un ataque de histeria de su papá,
nació Daniel.