Page 59 - Biografía de un par de espectros: Una novela fantasma
P. 59

al dejarlas salir en forma de palabras brotaban zigzagueantes, confusas:


               —Yo te quierro musho, de verdad que te estimo. Y no es porque me haya
               tomado tres tragos de leshe… Yo te quierro musho desde ¡uuuuuf! —y entonces
               hice un gesto que indicaba el paso del tiempo—. ¿Hace cuánto que nos

               conocemos?

               Desde ayer, contestó Daniel haciéndome notar que ese ¡uuuuuf! se traducía
               únicamente en veinticuatro horas.


               —¿Tan poquito? Pues no importa, de todas manerras te quierro musho —y
               entonces lancé un grito parecido al que dan los mariachis y envalentonado le di
               un cuarto trago a la leche.


               En cuestión de minutos pasé de la etapa feliz al llanto.


               —Es que a los fantasmas ya nadie nos hace caso… La verdad, la verdad es que
               ya no importamos nada. Somos basura al viento —y entonces me acordé de una
               canción que a veces ponían en el bar del Hotel Flores que Brotarán con una
               Cándida Belleza y comencé a cantarla con toda la pena del mundo colgando de
               mi voz—: “Dust in the wind, everything is dust in the wind…”.


               Cinco segundos después quedé completamente dormido debajo de la cuna de
               Daniel.


               No te lo he dicho, ¿verdad? Creo que no. La leche es el tequila de los fantasmas.
   54   55   56   57   58   59   60   61   62   63   64