Page 74 - El Bosque de los Personajes Olvidados

adecuado no va a ayudar tampoco a cambiar las cosas; ni decirles: “¡Oh!,

espera, no te preocupes, alguien más lo va a solucionar con una espada
matando un dragón o lo que sea”. Es decir, se les hace creer que con una
espada y matando a alguien las cosas se van a solucionar, cuando la violencia
es justamente el inicio de muchos problemas. De ese modo lo único que se logra
es construir un eslabón más de una cadena de odio.

—Pero ¿qué tal si algún valiente, de ésos que luchan por cambiar las cosas,
aunque sea matando dragones, se inspiran en estas aventuras para dar el primer
paso que nos ayude a crear un sitio mejor para vivir, uno más justo?

—Nunca me va a convencer de que matar es una solución, y en el hipotético
caso de que así fuera, ¿me puede explicar por qué ese alguien casi siempre tiene
que ser un hombre mientras la mujer sólo espera?

—Pues… pues… pues…

—No puede, ¿verdad? Y no puede porque no hay una razón lógica. ¿Lo ve? La
vida no funciona de ese modo, y no hay motivo para dar un discurso que sólo
muestre una cara de las cosas. Por lo que le pido que, si me va a dejar vivir
literariamente, me permita ser quien sabe que soy y no quien supone que debo
ser: la damisela en apuros.

—¡Ah!, ya no sé qué pensar.

—Claro que lo sabe.

—No.

—Que sí.

—Que no.

—Que sí.

—Que no.

—Y entonces, ¿por qué estuvo jugando con la idea del Príncipe Verde? —
preguntó Anjana.