Page 76 - El Bosque de los Personajes Olvidados
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El escritor hizo una mueca; miró al vecino pasar frente a su ventana e intentó
saludarlo, pero éste fingió no verlo y apresuró el paso con su perro por detrás;
parecía asustado de verlo. Y entonces una mariposa entró a la habitación y
revoloteó alrededor de la lámpara hasta posarse en la esquina del monitor. Una
idea surgió de la mente del escritor, una idea que lo hizo estar seguro de que, a
veces, las cosas más extrañas tienen una razón, aunque no sea sencillo
entenderla. Con miedo y ansias por igual, escribió:
—Puede ser.
—¡¿En serio?!
—Pero habrá algunas condiciones.
—Ya empezamos mal.
—No te pongas en ese plan. Como dices, así es la vida. Yo quisiera tener alas
para volar o cola de pez para nadar, pero no tengo, ¿verdad? —bromeó el
escritor.
—Si quisiera, podría escribir una historia donde un escritor con alas y cola de
pez debe ir a un bosque de personajes olvidados a ayudar a una oruga a salvar el
mundo —respondió Anjana casi de inmediato.
El escritor sonrió.
—Tal vez después.
—Si necesita ayuda, cuente conmigo.
—Vayamos paso por paso. Entonces, ¿qué opinas del título La princesa que se
volvió bruja?
—Me gusta más el primero. Ya hay un mago en la historia, tampoco quiero que
pasemos la mitad del texto que falta hablando sólo de pociones y
encantamientos, aunque sí quiero probar algunos. He pensado que podríamos
darle a la reina la poción del “amor a primera vista”, y así…
—Yo también lo había pensado, justo cuando…