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3.2 → RECOMENDACIONES
DIETÉTICAS
Los requerimientos energéticos de un deportista vienen marcadas por el gasto meta- bólico basal más el gasto energético de las actividades de la vida diaria más el coste energético asociado a la ingesta, digestión y absorción de los alimentos más el gasto energético de la actividad, de su entrenamiento (este gasto dependerá de la intensidad y duración del esfuerzo, la masa muscular utilizada en cada caso y de la forma física y sexo del individuo).
Los nutrientes capaces de suministrar esta energía son : - HIDRATOS DE CARBONO
- PROTEÍNAS
- LÍPIDOS/GRASAS
De acuerdo con la Ley de la Isodinamia (que tiene en cuenta el equivalente energético de estos nutrientes), estos serían reemplazables mutuamente. Es decir, para aportar una kilocaloría se necesita oxidar 250 g. de glucosa, 250 g. de proteína o 110 mg. de ácidos grasos. Sin embargo estos no son sustituibles entre si en su función plástica o estructu- ral. Es decir, cada nutriente juega un papel importante e irreemplazable.
3.3 → IMPORTANCIA Y RECOMENDA- CIONES BÁSICAS DEL APORTE DE NUTRIENTES PARA EJERCICIO Y ENTRENAMIENTO
3.3.1 HIDRATOS DE CARBONO
Los hidratos de carbono (fuente de energía para un entrenamiento intenso y de corta duración), se almacenan en el organismo en forma de glu- cógeno muscular y hepático (papel crítico en el rendimiento deportivo en ejercicios de corta du- ración), siendo los principales suministradores de energía mediante la glucólisis anaerobia.
La energía de que dispone el deportista durante el ejercicio depende, generalmente, de los de- pósitos de glucógeno muscular, del glucógeno hepático y de la grasa del tejido adiposo. Para sesiones de entrenamiento de elevada intensi- dad y duración de 90-120 minutos, es muy útil optimizar la reserva de glucógeno en el múscu- lo, para evitar la fatiga y permitirnos entrenar con una intensidad moderada-alta durante más
tiempo, antes de llegar al agotamiento físico. En ejercicios y entrenamientos más prolongados, los lípidos comienzan a tomar protagonismo.
La intensidad y duración del ejercicio determi- narán las cantidades relativas de hidrato de car- bono y grasa (lípidos) utilizadas, y será necesario recurrir a la ingesta de hidratos de carbono, des- pués de la sesión de entrenamiento para conse- guir una rápida recuperación de la reservas de glucógeno.
Habitualmente, el aporte de hidratos de carbo- no se logra a través de la ingesta de pan, cerea- les, pasta, arroz, patata, etc., y alternativamente se puede recurrir a la ingesta de productos con elevada densidad energética y bajo contenido en residuos como las maltodextrinas.
 CAP. 3. NUTRICIÓN
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