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ORGANIZACIÓN Y GESTIÓN APLICADA AL ALTO RENDIMIENTO DEPORTIVO
Ya tenemos nuestro CV y hay una empresa que se ha puesto en contacto con nosotros pero antes de entrar a hablar sobre la entrevista personal, es importante saber que la selección de personal se debería hacer en base a un perfil. Es decir, idealmente, ante la necesidad de incorporar a alguien en la empresa se debería elaborar un perfil profesional de la persona que necesitamos. Tanto como posibles contratadores como candidatos o candidatas, es importante saber que la selección se debe hacer en relación a unas necesidades empresariales expresadas en un perfil profesional.
Perfil profesional
Un perfil de candidato es una descripción detallada de un puesto vacante en una empresa y de la persona ideal (con sus aptitudes, actitudes y habilidades) que ocuparía ese puesto. Es decir es una carta a los Reyes Magos: qué funciones y responsabilidades tengo que cubrir y cómo sería la persona ideal para realizarlas y que además encaje en la filosofía de mi empresa y con el equipo.
Para hacer la “carta a los Reyes Magos” primero tenemos que definir qué puesto va a ocupar, describir cuales son las tareas diarias, las expectativas y los objetivos a largo plazo, con quien va a interactuar, de quien depende y si va a dirigir equipos, que conocimientos y cualidades serían necesarios, cual es el salario y horario, etc. Con este análisis vas a definir el perfil duro y el perfil blando.
El perfil duro son los conocimientos técnicos o habilidades necesarios para ejecutar correctamente una tarea. Dentro del perfil duro encontramos la educación formal, la formación complementaria, los idiomas, los conocimientos informáticos o de idiomas, las habilidades técnicas, la experiencia... El perfil blando son las competencias para desarrollar de manera óptima un puesto, está más relacionado con la actitud y las conductas, son rasgos personales. En resumen, el perfil duro nos garantiza que una persona va a poder realizar un trabajo porque tiene el conocimiento necesario y la habilidad; el perfil blando nos garantizará que la persona se adaptará a nuestra empresa, equipo y clientes. Por ejemplo, no es lo mismo buscar un o una técnico para deportistas de élite de 9 años que para deportistas de 20 años. Probablemente a nivel de formación y conocimientos sean perfiles muy similares, pero para la gestión y trato con edades tan diferentes se necesitarán cualidades diferentes. Tampoco es lo mismo incorporar un técnico en grupos de entrenamiento no profesional en un puesto que no hay prevista evolución, que un técnico en grupos de entrenamiento no profesional que queremos que en unos años asuma cargos de mayor responsabilidad dentro de nuestra empresa. En este caso deberemos buscar perfiles con intereses diferentes en cuanto a la evolución profesional.