Page 50 - El proyecto y la metodologia de la investigacion
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-¿No sabes -dije-, con respecto a los ojos, que, cuando no se les dirige a aquello sobre
cuyos colores se extienda la luz del sol, sino a lo que alcanzan las sombras nocturnas,
ven con dificultad y parecen casi ciegos como si no hubiera en ellos visión clara?
-Efectivamente -dijo.
-En cambio, cuando ven perfectamente lo que el sol ilumina, se muestra, creo yo,
que esa visión existe en aquellos mismos ojos.
-¿Cómo no?
-Pues bien, considera del mismo modo lo siguiente con respecto al alma. Cuando
ésta fija su atención sobre un objeto iluminado por la verdad y el ser, entonces lo
comprende y conoce y demuestra tener inteligencia; pero, cuando la fija en algo
que está envuelto en penumbras, que nace o perece, entonces, como no ve bien,
el alma no hace más que concebir opiniones siempre cambiantes y parece hallar-
se privada de toda inteligencia.
Maestro en acción. Sócrates -Tal parece, en efecto.
ejerciendo el arte de la mayéutica, en
un detalle de La escuela de Atenas -Puedes, por tanto, decir que lo que proporciona la verdad a los objetos del cono-
de Rafael. cimiento y la facultad de conocer al que conoce es la idea del bien, a la cual debes
concebir como objeto del conocimiento, pero también como causa de la ciencia
y de la verdad; y así, por muy hermosas que sean ambas cosas, el conocimiento
y la verdad, juzgarás rectamente si consideras esa idea como otra cosa distinta
y más hermosa todavía que ellas. Y, en cuanto al conocimiento y la verdad, del
mismo modo que en aquel otro mundo se puede creer que la luz y la visión se pa-
recen al sol, pero no que sean el mismo sol, del mismo modo en éste es acertado
el considerar que uno y otra son semejantes al bien, pero no lo es el tener a uno
cualquiera de los dos por el bien mismo.
Platón. La República.
Se trata de preguntas que no pueden comprobarse con un método empírico. Su objeto son los conceptos.
La filosofía no responde preguntas del tipo: “¿Qué es bueno?” –que constituye una cuestión ética
y por lo tanto práctica (hay que saber qué es lo bueno si se quiere actuar con bondad)-.
La pregunta filosófica dice “¿Qué es «lo» bueno?, la cual exige una reflexión sobre los fundamen-
tos y la definición de la bondad.
La ciencia tiene mucho en común con la filosofía; se diferencia de ella, sin embargo, en un punto
decisivo: se interesa por conocer objetos abordables en el marco de una experiencia posible (mientras
que la filosofía aborda objetos ideales). Por ejemplo, la ciencia estudiaría la composición química de
la capa geológica y la filosofía se preguntaría por el sentido de la creación de la tierra.
De igual modo, las formulaciones que se interrogan por “causas últimas” (o primeras) no pueden
ser respondidas desde el punto de vista científico:
“¿Por qué los seres humanos son gregarios o sociales?”
“¿Por qué existe la guerra?”
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