Page 42 - Loor de Nuestra Señora
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Y he aquí que más tarde, llegada al fin la hora

                        En que la guerra cesa su obra devastadora,
                        En tu imagen los indios cautivos, sin demora,

                        Reconocen atónitos a su Conquistadora.

                        Mas tú, piadosa siempre, lejos de sojuzgarlos

                        En tu delicadeza sólo supiste amarlos.
                        Y ésta fue la conquista de Felipe y de Carlos:

                        ¡Tú, Generala, fuiste primera en conquistarlos!.




                        VI

                        Donde se dice cómo la devoción sucedió


                        a la conquista

                                                                A Fausto de Tezanos Pinto


                        Por esa dulcedumbre con que tu providencia

                        Equilibraba el triunfo con la benevolencia,
                        Aquella raza indómita se rinde a tu presencia;
                        Se hace guardiana tuya, te jura su obediencia.



                        Y ésta es la maravilla por la cual, los que dieron

                        Testimonio asombrado de las cosas que vieron:
                        Alma de la conquista te llamaron, y fueron
                        Justos en la palabra cuando así lo dijeron.


                        Alma de la Conquista que, en síntesis cabal

                        Fue una conquista de almas, no logro temporal.
                        Pues ve como, abolida la causa virreinal,
                        Sigue intacto en nosotros tu imperio espiritual.






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