Page 56 - Loor de Nuestra Señora
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III
Y concluye enseñando la infinita misericordia
de la Virgen
Y sucedió que habiendo llegado el caballero
Por el lado que llaman Santiago del Estero,
La Providencia quiso probarlo por entero
Poniéndolo en terreno más firme y valedero.
Y allí topóse el hombre, según nos es contado,
Con un amigo suyo muy íntimo y probado
Quien, viéndole tan sano, se queda como helado
Pues hasta ayer lo viera postrado y desahuciado:
- ¿De cómo y tan priesa vuesa merced sanó? -
Pregúntale en el habla que hablaban los de pro;
Y el caballero cuenta lo que le aconteció:
Cómo pidió a la Virgen, cómo esta lo escuchó.
Mas, ay del distraído que cae en tentación
(La tentación a veces no es más que distracción),
De nuevo la malicia nublóle la razón
Y el infeliz devoto manchó su devoción.
Manchó su fe diciendo, de mala voz tentado:
- La Virgen Nuestra Madre del Valle me ha sanado,
Mas, gracias sean dadas, por el favor logrado,
A una cadena de oro que yo le he regalado...
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