Page 79 - La Constitución de los atenienses
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INTRODUCCIÓN









      Aqu1 habrá  que  notar  varios  fenómenos.  En  primer  lugar,  la
      premisa  corresponde  a  una  premisa  menor  en  el  silogismo  y

      presupone  una  premisa  mayor  implícita  («siempre  que  los


      miserables  prefieren  a  los  mejores,  resultan  perjudicados»),

      pero  el  entimem a  es  dúctil  y  en  él  se  puede  presuponer  no

      soto  una de  las  premisas,  sino  también  el  indicador e  incluso


      la  conclusión.  En  segundo  lugar,  se  esperaría  un  γάρ  como

      indicador  de  premisa,  pero  el  uso  de  la  adversativa  es  aquí

      mu\’  importante,  pues  sirve  para  introducir  un  tipo  especial

      de  puteis,  como  luego  veremos.  Además,  como  en  los  demás


      casos,  el  orden  en  que  están  presentadas  las  partes  del  enti­

      mema  no  sigue  reglas  lógicas,  sino  psicológicas  v  estilísticas.

      En  cfecto,  aquí  podemos  ver que  la  conclusión  de  E3  apare­


      ce  mi tes  que  su  premisa,  separada por la  conclusión  de  E2  y

      qiu  a  su  vez,  las  conclusiones  de  E l  y  E2  son  premisas  de  la

       conclusión  general  del  texto:  εύ  διασφζονται  την  πολιτείαν


       και  τό.λλα  διαπράττοντοπ  α  δοκουσιν  άμαρτάνειν  τοΐς

      άλκοχς  "Ε λ λ η σ ι,  τούτ'  αποδείξω,  en  función  de  la cual,  no

       esr  t  por demás  repetirlo,  giran  todas  las pistéis del  discurso.





       Nos  hemos  permitido  referirnos  de  manera  arbitraria  a  una

       paiK  del  texto  (analizada  de  otra  manera  por  Lanza  1977:


       21-f-S)  que  podría  representarse  de  modo  esquemático

       moHrmdo  las  relaciones  que  se  establecen  entre  las  dixer-


       sas pistéis,  hasta  desembocar  todas  ellas  en  la piuis  central

       y  última.




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