Page 792 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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muchos  años.  Escribió  textualmente:  «Ellos  sin  embargo,  para  imponer  su  falsa

  opinión  con  respecto  a  lo  que  está  escrito,  “para  proclamar  el  año  aceptable  del
  Señor”, sostienen que predicó durante solo un año y que después sufrió al cabo de

  doce meses. [Al hablar así], olvidan su propia desventaja, destruyen toda Su obra y Le

  quitan  esa  edad  más  necesaria  y  más  honorable  que  cualquier  otra;  me  refiero  a  la

  edad  más  avanzada  durante  la  cual,  también  como  maestro,  aventajó  a  todos  los
  demás Porque ¿cómo pudo haber tenido discípulos, si no enseñaba? ¿Y cómo pudo

  enseñar sin haber alcanzado la edad necesaria para ser maestro? Porque cuando fue a

  que lo bautizaran, no había cumplido aún su trigésimo año, sino que estaba a punto de

  cumplir los treinta años (así lo ha expresado Lucas, al mencionar Su edad: “Entonces
  Jesús estaba, como se dice, empezando a tener treinta años”, cuando fue a recibir el

  bautismo);  y  (según  aquellos  hombres)  Él  predicó  solo  un  año  después  de  Su

  bautismo. Al finalizar Su trigésimo año sufrió, cuando todavía era joven y antes de
  haber alcanzado una edad avanzada. Que la primera etapa de la juventud abarca treinta

  años  y  que  se  prolonga  hacia  el  cuadragésimo  año  es  algo  que  todo  el  mundo

  reconoce;  pero,  a  partir  de  los  cuarenta  y  los  cincuenta  años,  el  hombre  empieza  a
  decaer hacia la ancianidad, que “Nuestro Señor poseía mientras seguía cumpliendo el

  oficio  de  Maestro,  de  lo  cual  dan  fe  el  Evangelio  y  todos  los  ancianos”;  los  que

  conocían en Asia a Juan, el discípulo del Señor, (afirmaban) que Juan les transmitió

  aquella información. Y él permaneció entre ellos hasta la época de Trajano. Además,
  algunos de ellos no solo vieron a Juan. sino también a los demás apóstoles y ellos les

  dieron la misma versión y dan testimonio en cuanto a (la validez de) la afirmación. ¿A

  quién vamos a creer, entonces? ¿A hombres como estos o a Ptolomeo, que jamás vio a

  los apóstoles y que jamás, ni en sueños, llegó a ver el menor rastro de un apóstol?».
       Con respecto al pasaje anterior, Godfrey Higgins comenta que ha sido una suerte

  que  escapara  de  las  manos  de  los  destructores  que,  para  dar  coherencia  a  lo  que

  narran  los  Evangelios,  han  suprimido  todas  las  afirmaciones  de  este  tipo.  También
  destaca que la doctrina de la crucifixión era una vexata questio entre los cristianos,

  incluso en el siglo II. «La prueba de Ireneo —afirma— es intocable. Según todos los

  principios de la crítica acertada y de la doctrina de las probabilidades, es intachable».

       Cabe destacar, además, que Ireneo preparó esta declaración para contradecir otra
  que, aparentemente, era corriente en su época: que el ministerio de Jesús solo duró un

  año.  De  todos  los  primeros  Padres,  se  supone  que  Ireneo,  que  escribió  menos  de

  ochenta  años  después  de  la  muerte  de  san  Juan  Evangelista,  debía  de  tener

  información bastante precisa. Si los propios discípulos relataron que Jesús vivió en su
  cuerpo hasta una edad avanzada, ¿por qué se ha elegido arbitrariamente el misterioso
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