Page 1658 - JULIO
P. 1658
He de terminar estos humildes versos, sellando en ellos mi más grande 8
ilusión, ven camina siempre junto a mí, te lo pido de favor, bajo esta
estrella hermosa que nos invita a llegar juntos hasta nuestro redentor,
implorando siempre por este lindo sentimiento tras una sencilla oración.
Amor, acompáñame, que Dios está dispuesto hacer maravilloso nuestro
destino, acompáñame a envejecer, a cuidar a nuestros hijos…, sé siempre
tú a la que ame fielmente mi corazón, y se tú la que, en un sarcófago, algún
día me estés enterrando.
Recuerda que, si he de faltarte, mi alma ha de quedar para cuidarte, no te
preocupes mi amor, que nada ni nadie te lastimará, no me llores, vela por
mi hija, por el mundo que construimos, pues desde donde éste mi vida
seguirá siendo tuya, porque te cielo y siempre te amaré.
A ti te entrego todo mi amor.
A mis días y mis noches quisiera ponerle más horas, para pensar mucho
más en ti… Imagino que estoy a tu lado, que te doy mis manos y mi
corazón, ese que tú necesitas y yo también. A ti te entrego todo mi aliento.
Mi alegría y esperanza es saber que no falta tanto más para estar a tu lado
por fin.
Sé que te hago mucha falta, porque me extrañas en cada momento de tu
vida. Mi amor, a mí me pasa lo mismo, por eso lo puedo comprender muy
bien.
Eres dulce, amable, cariñosa, y sobre todo destaca de ti esos pensamientos
puros que son muestra de un corazón sano y enamorado.
Eso te hace ser una persona genial, todos mis sentimientos te los entrego
a ti, mi constancia, mis alegrías, y este bello sentir que tu amor provoca en
mí.
Te cielo, sin dudas, sin recelos y sin condiciones porque sé que tu amor me
pertenece. Siento seguridad al amarte, porque eres una persona divina,
alguien que se puede amar y con quien confiar.
Todas las noches te pienso… o quizás si lo sabes porque nunca he negado
este amor que es lo mejor que ha pasado en mi vida.