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No existen mañanas radiantes, solo tu mirada a lo lejos.
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                  No existen los llantos, sólo el gemir que regalas al viento cuando se trata
                  de recordarme, de pensarme y siempre amarme, al igual que esta criatura

                  que celebra haberte conquistado.

                  No existen las metas si no es a tu causa.

                  No existen suspiros, sólo respirar prolongado en momentos cuando te regalo

                  un corto lapso de recuerdos.

                  No  existen  las  metáforas,  las  figuras  en  los  escritos,  sólo  las  maneras
                  distintas de decirte que eres grande, la preciada naturaleza encerrada en
                  tu existencia.

                  No existe este verso.


                  No existo yo.

                  Sólo unas letras que vagan, que buscan llegar a la vida cuando contigo, algún
                  día, pueda acabar este camino, terminar esta carta, cumplir la misión, la

                  meta: "ser alma viva gracias a ti".

                  No existo yo mientras no estés junto a mí, sólo un puñado de versos de una
                  esencia que espera ser alguien real contigo:

                  ALGÚN DÍA...


                  Sabes que desde que llegaste a mi vida, tu transformaste la oscuridad en
                  luz y le marcaste el camino de la felicidad a mi corazón, que estaba perdido
                  y errante por la soledad del desamor.

                  Soñando con lo que hoy puedo afirmar ¡Si existe! El amor verdadero.


                  Esta carta de amor es para la persona más especial del mundo, porque has
                  sabido adornar con tu presencia, cada uno de los momentos vividos juntos.

                  Necesito agradecerte por lo que eres, por enseñarme a ser mejor cada día
                  y por ser la motivación para seguir y mi inspiración para hacer de cada

                  amanecer, una nueva oportunidad para esforzarme y verte feliz.

                  Gracias por cada segundo compartido, por tus besos y tus caricias que son el
                  alimento para ser feliz.


                  Por tus abrazos y las palabras de apoyo que renuevan mis fuerzas para
                  nunca rendirme y luchar por nuestros sueños.
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