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Te quiero seguir oyendo, sumando los sonidos, guardando tus palabras en mis                 18
                  sentimientos obedeciendo fielmente con amor tus anhelos.

                  Te quiero seguir escuchando, cuando lo hago olvido el mundo, olvido las penas,

                  olvido hasta el olvido.

                  Me despido de ti, no sin antes decirte que ahora no te oigo, pero miento,
                  grabé tus palabras diciéndome que me cielas y por eso la sonrisa se quedó
                  en mí.


                  Deseo que llegue el momento de volvértelo a escuchar, porque tus…» Te
                  Cielo» son mi fuerza de vivir… Te escucho … y Te cielo.

                  Amarte a cada momento.

                  Mi querido amor: La necesidad de saber de ti, de cómo estás, de tus días,

                  o de contarte acerca de mis noches sin ti, hacen que me siente en mi rincón
                  para regalarte unas letras…

                  Esas mismas letras  que siempre llegan cuando  más se necesitan, cuando

                  faltan las palabras.

                  Cuando faltan las caricias están las cartas que vuelan hasta tus manos para
                  hacernos sentir más cerca.

                  Escribiéndote las distancias no duelen tanto, contigo siempre me atrevo a

                  volar muy alto, contigo no le temo a nada y nadie.

                  Me das tanta dicha y felicidad que no me cabe este amor en el pecho.

                  La noche, siempre es propicia para escribir estas letras y echar a volar la
                  imaginación de cómo sería estar contigo.


                  Al menos sé que por ahora podemos los dos observar la misma luna, las mismas
                  estrellas… y eso me hace mucha ilusión.

                  Amarte  cada  día  y en  cada  momento  es  una  tarea  muy  fácil  y  no  está

                  limitada por el tiempo.

                  El amor que te entrego es un amor que se da libre como el viento, no tiene
                  necesidad de permisos especiales, sólo se da y se siente como algo lindo y
                  bendecido.

                  Te  confieso  que  muchas  veces  me  pregunto  si  las  letras  que  te  envío

                  pudieran  resultar  aburridas,  porque  parece  que  siempre  son  pocas  y
                  repetitivas.
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