Page 46 - Diálogos
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única esperanza. Porque si no lo creo ni yo... ¿quién
me asegura que realmente lo hice?
¿... o que deberás existo?
Y me levanto. Todo está en su lugar, el café en la
taza, el cigarro en el cenicero, los recuerdos en la
memoria. Recuerdos que llegan de golpe, como el
chorro del agua por una manguera, contándome todo
aquello que viví, tratando de comprender. Porque no
pienso, creo que pienso. Así como creo que sueño.
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