Page 383 - Orestiada. Agamenón. Las Coéforas. Las Euménides
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LAS COÉFORAS
(Clitemnestra se arrodilla ante su hijo en actitud
de suplicante.)
Clitemnestra
¡Detente, oh niño, por esto ten lástima, hijo,
por el pecho sobre el que tantas veces te dormías
y a la vez tus encías mamaban la nutricia leche!
Orestes
¡Pílades! ¿Qué hago? ¿Debo sentir lástima de matar a mi madre?
Pílades
¿Dónde quedarán los demás oráculos de Loxias 900
anunciados por la Pitia y tus fieles juramentos?
Considera que todos sean enemigos, pero no los dioses.
Orestes
Estimo que has vencido y que me aconsejas adecuadamente.
(Dirigiéndose a Clitemnestra.)
Ven conmigo, junto a éste deseo degollarte,
pues, cuando vivía, más a él consideraste que a mi padre. 905
¡Reposa junto a él, ahora que mueres, ya que amas
a ese hombre y al que debías amar, lo despreciaste!
Clitemnestra
¡Yo te crié, contigo llegar a la vejez deseo!
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