Page 15 - SALVADOR BORREGO ARMA ECONOMICA
P. 15
SALVADOR BORREGO
aumenta la producción, se generan empleos y el merca-
do se recupera.
El presidente Hoover esperaba que todo eso ocurrie-
ra y trató desesperadamente de propiciarlo. Pero pasa-
ban semanas y meses y todo seguía de mal en peor. El
mercado no se ajustaba por sí mismo; tampoco
surtió efecto que el Estado disminuyera sus gas-
tos ni que todo el país se ciñera a la más dura aus-
teridad.
Durante la campaña electoral de 1931 Hoover
pidió a los demócratas de Roosevelt que colabora-
ran con los republicanos específicamente para ali-
viar la crisis, pero aquellos se negaron. ¿La crisis
era el principal ingrediente de su próximo triunfo? ...
Se planteaban dos incógnitas:
¿Por qué todo el arsenal de sabiduría económica ha-
bía fallado en prever la aparición de un cataclismo eco-
nómico?... ¿Y por qué ese cúmulo de conocimientos
seguía fallando en la búsqueda de un camino de recupe-
ración?
Y surgía luego una tercera interrogante: ¿Había aca-
so algún factor no identificado que actuaba detrás
de los grandes mecanismos financieros y econó-
• ?
miCOS ....
El golpe había venido desde lo alto. No había emergido
desde abajo; no había surgido como una pérdida masi-
va de cosechas, ni como resultado de desórdenes o huel-
gas que desquiciaran la producción.
La crisis tuvo una repercusión política trascendental.
El conservador presidente Hoover perdió toda posibili-
dad de reelegirse y el poder pasó en 1932 a manos de
Franklin D. Roosevelt, jefe de un grupo de políticos y
financieros que traían un "Nuevo Trato" tendiente
a cambiar muchas cosas dentro y fuera de Estados
Unidos.
Por lo pronto, la crisis empezó a ser afrontada con un
sistema mixto que era liberalismo, más intervencionismo
de Estado, influido fuertemente por el economista bri-
14