Page 91 - SALVADOR BORREGO ARMA ECONOMICA
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SALVADOR BORREGO
más se suscita luego una interminable carrera de salarios
y precios, tema que Hitler trató en el palacio municipal de
Munich.
Tras recordar la reciente época en que los salarios su-
bían 20%, 100%, etc., dijo: " ... y se contaba por millones, y
no alcanzaba ... Ahora hay que volver a nuestro mar-
co, a contar por céntimos, no por millones .. El hom-
bre no vive del salario, sino de la producción. Lo
decisivo es el aumento de la producción. Si en
Francia se aumentan los salarios en un 15% y el tiempo
de trabajo se disminuye y no hay aumento de produc-
ción, todo queda igual. También es una política econó-
mica. Pero yo lo hago al revés. Yo digo: los mismos sa-
larios, pero aumentando sin cesar la producción. Y si
hoy hemos incrementado en Alemania nuestra produc-
ción; la de carbón, por ejemplo, en 35 ó 40 millones de
toneladas, ¿quién consume todo este carbón? ¿Saben
ustedes? Aunque un industrial fuera el diablo en perso-
na, en cuanto a aguantar calor, no podría resistir en su
habitación dos o tres mil grados de temperatura. Este
carbón es consumido ahora por la masa de nuestro pue-
blo. Y lo que es aplicable al carbón puede ser aplicado
al aumento total de nuestra producción.
-Este resurgimiento fue posible porque "volvió a
brotar la fe del corazón alemán, la decencia del alma
alemana. Fue en aquella época cuando comenzaran
entusiasmarse miles, primero, y cientos de miles des-
pués, llenos de nueva fe, la mirada fija en este nuevo
Reich que comenzaba entonces ... La fe c:¡ue tuvieron
en el movimiento fue lo maravillosó, y ese es el moti-
vo de nuestro éxito". (!)
Muchas veces insistía Hitler en este factor impondera-
ble de la confianza como punto de partida para el resurgi-
miento económico. Con base en esa confianza se pudo
ampliar el crédito hasta límites insospechados, sin que ocu-
rriera el desastre que auguraba Schacht.
Al hablar ante los jefes del partido (29 de abril de 193 7),
(1) 24, 11, 1937.
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