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SALVADOR BORREGO
economistas neoliberales niega precisamente su tesis de
que la intervención estatal es ruinosa. ¿En qué país de
estatización se ha visto que la economía funcione?
Ciertamente durante el período de guerra ( 1940-1945)
hubo control de materias primas y de producción en gene-
ral, pero no más que los controles impuestos en Gran Bre-
taña o en Estados Unidos.
El constructor alemán de aviones, Ernest Heinkel, abso-
lutamente apolítico y hasta alérgico al Partido Nazi, dice
en sus "Memorias" que la administración de Hitler procu-
raba "la menor intervención estatal posible; por el contra-
rio, ofrecía las máximas posibilidades y facilidades al
beneficio privado; conceder créditos para las nuevas
construcciones y sobre todo, liberar a la industria pri-
vada de todo ligamen innecesario con el Estado".
Refiere que a veces el gobierno aportaba capital para
fundar una fábrica, pero ésta la ponía bajo la dirección de
un empresario-socio, como fue el caso del propio Heinkel
en una planta ensambladora de aviones.
Hitler quería así alentar a la iniciativa privada para que
se superara, pero no controlarla. "A veces -comenta
Heinkel- sabía arrumbar totalmente a un lado la política
para pensar sólo en la técnica".
Agrega Heinkel, acerca de una entrevista que tuvo con
Hitler el 23 de mayo de 1943: "Me dirigió a continuación
preguntas de toda índole y demostró en este caso un
conocimiento de causa que me sorprendió vivamen-
te. Comparapo con Goering, poseía grandes conoci-
mientos de la técnica aeronáutica h3sta en sus míni-
mos detalles. Con frecuencia he recordado posterior-
mente aquellos 70 minutos que estuve con él y com-
prendí muy bien por qué motivos técnicos tanto Todt
como Speer (especialistas en armas de alta tecnolo-
gía) se entregaron en cuerpo y alma a Hitler. Lo más
probable es que no existiera ningún otro político que
poseyera un interés tan vivo por los problemas técni-
cos como Hitler".
También refiere Heinkel que en 1940, después de la cam-
paña de Francia, el régimen de Hitler puso en venta las
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