Page 125 - Egipto Tomo 1
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A TRAVÉS DE LA DELTA            107
              en  la descripción de otro monumento existente hoy en Bulak, cerca del Cairo, merced
              al  cual  hanse  plenamente  confirmado  los  resultados  obtenidos  por  los  egiptólogos;
              tendremos ocasión de  referirle  al lector de qué manera,  por medio de  las inscripciones
              en lengua egipcia,  y de  la traducción de  la misma en  la griega, que  se  encuentran
              en  la piedra,  se llegó  al descubrimiento de  los misterios encerrados en  los  jeroglíficos.
              Aquí  diremos  únicamente,  que  la  piedra  está  incompleta;  pues  falta  uno  de  sus
              ángulos  y  que  constituiría un  hallazgo de  inapreciable  valor  la  invención  de  dicho
              fragmento.
                Pero harto nos hemos detenido en esta excursión hácia  el Norte,  y pues  brilla ya
              el sol de un nuevo  dia, deshagamos  el camino recorrido y retrocedamos á Desuk. Aquí
              tomamos de nuevo  el vagón de la via férrea, y alcanzamos el fin que nos propusiéramos
              en nuestro viaje, en  el momento en que comienza la feria.
                Tantah es una ciudad egipcia de mediana extensión, residencia del mudir ó gobernador
              de una provincia importante. Delante  del parador de la via férrea, ábrese una  calle de
              hermosas casas construidas según estilo europeo : el palacio del virey tiene toda la aparien-
              cia de un cuartel, siendo tan espacioso como feo: el polvo blanquecino que tapiza las calles
              está ardiendo bajo la influencia de los rayos  del sol  del medio  dia. Tomamos por una
                                   sombrías que guian al interior de la ciudad, y que como
              de  las calles estrechas, frescas y
              todas  las árabes sólo ofrecen una larga serie de paredes completamente desnudas, inter-
                                 acullá tanta monotonía, uno que otro muxarabieh, ó balcón
              rumpiendo únicamente acá y
              saledizo que se destaca sobre  la sombría pared, ó las delicadas labores de las jambas ó
                                                 abundante encontraremos no poco
              del arco de una puerta. Más de esto, más perfecto y
              en el Cairo.
                Al  cabo hemos  llegado  al  bazar  principal,  el  gran  mercado  (sok)  de  la  ciudad.
              Difícil  es por todo extremo  el  abrirse paso  entre  la apiñada muchedumbre que aflu\e
              de  todos  los  puntos,  v más  difícil  todavía  conquistar  á  fuerza  de puños un  lugai
              delante  de uno  de  los  menguados tenduchos levantados  uno  junto  á  otro, en  los
              cuales exhiben  los mercaderes  sus diversos  géneros. Mas ¿qué  significa  lo que  aquí
              podríamos adquirir, comparado con  lo mucho y  bueno que se encuentra en  la ciudad de
              los califas?
                Dejándonos  llevar por  la  oleada  de  la  gente,  no tardamos en hallarnos  ante  la
                                  está bien conservada; pero  la incorrección de sus formas
              mezquita nueva. Es grande y
                                               el visitante, que convierte en cambio
              influye en que solo medianamente quede satisfecho
              placentera  la mirada en la medreseh (escuela) adherida al templo,  la cual constituye una
              encantadora construcción del tiempo antiguo.
                Frente por  frente de aquélla,  brillan  los  tersos  cristales, y  los pintarrajeados  botes
              y  redomas de  la  botica,  establecimiento  de todo punto  indispensable en una  ciudad
              que encierra un gran hospital. Es dueño de la misma un entendido farmacéutico aleman,
              hombre  de instrucción no común, que ha viajado mucho  y  prestado  a  su  país mu\
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