Page 398 - Egipto Tomo 1
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EL CAIRO

                                                          BAJO
                                                 LOS SULTANES MAMELUCOS


                                               o resultaron vanos los vaticinios que se-
                                               gún acabamos de ver, hiciera el poeta:
                                               los que un dia fueron comprados como
                                               esclavos, vendieron como esclavos á
                                               sus dueños. Extinguida la dinastía que
                                               fundara el magnánimo Saladino, apo-
                                               deróse del gobierno uno de los mame-
                                               lucos que guarnecian la isla de Roda,
                                               Eibeg, dando con ello lugar al estable-
  -                                            cimiento de una nueva dinastía, que
                                derramó  torrentes  de  sangre,  trabajó mucho en  favor  del
                                Egipto, y se distinguió con el nombre de dinastía Bcihirita por
                                la razón indicada, puesto que esta palabra, formada de bahr,
                                rio, tanto vale como gentes del rio.
                                  Los  principios  de  su dominación  fueron señalados por
                                crímenes abominables.  Establecieron su residencia en el pala-
                                cio de la ciudadela, y en ella pereció, asesinado en el baño por
                                una de sus mujeres, el fundador de la dinastía, Eibeg. Tomó á
                                su cargo la venganza otra de las mujeres de la víctima, que
                                asesinó á su rival, mandando arrojar su cadáver á los fosos de
              la ciudadela, donde permaneció insepulto por espacio de muchos dias, alcanzando á cuantos
              se juzgaron sospechosos de complicidad en el crimen, la suerte de esta desventurada.
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