Page 401 - Egipto Tomo 1
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EL CAIRO 319
con la de los estados europeos: las páginas en que está escrita hállanse frecuentemente
salpicadas de manchas de sangre. Justo es confesar, sin embargo, que los crímenes llevados á
cabo por esa raza de soldados
, que acabó por lanzar á los cruzados de la Palestina , fuéronlo
casi siempre por medio de la espada, lo cual, cuando no otra cosa, revela cierto grado de
valor, y no como se practicaba en el antiguo Egipto, al cual distinguieron ya los griegos con
CEÑIDOR DEL MORISTAN DE KALAUN
el nombre de «país del veneno,» y como se realizaba aún en tiempo de los Tolomeos, que
para llevar á ejecución las venganzas resultantes de sus bajas ambiciones, dieron siempre la
preferencia á la cobarde ponzoña. Entre esos sultanes, muchos de los cuales llegaron al valle
del Nilo como meros esclavos, existen algunas figuras interesantes: la mayor parte de ellos,
y esto constituye para los mismos un verdadero título de honor, protegieron con verdadero
entusiasmo las artes y las ciencias, siendo de ello testimonio irrefutable la mayor parte de los
monumentos que, escapando á las injurias del tiempo y á las de los hombres, han llegado
CEÑIDOR DEL MORISTAN DE KALAUN
hasta nosotros. El moristan de Kalaun, uno de los establecimientos más importantes que se
conocen, y la mezquita de Hassan, indudablemente la más bella de las mezquitas que existen
en el Cairo, fueron construidos por sultanes de la dinastía bahirita; y á los mamelucos
circasianos se deben, al par que no pocas de las mezquitas hoy existentes, los célebres
mausoleos conocidos bajo el nombre de sepulcros de los califas. Dichas dinastías, la bahirita